La esperanza que florece en Segovia para los pacientes de parkinson

Los servicios de la asociación, pese a la carencia de espacio, mejoran de manera sustancial la calidad de vida

Santiago H. R.

Segovia - Publicado el - Actualizado

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Tulipanes en los Jardinillos de San Roque. Una plantación para simbolizar la vida, la esperanza, el futuro al que miran los pacientes de parkinson. Y visibilizarlo hoy, que se conmemora el Día Mundial, es lo que ha buscado Parkinson Segovia. Porque la calidad de vida de quienes tienen esta enfermedad degenerativa como compañera de viaje ha mejorado de manera sustancial en las últimas décadas. Y la labor de la asociación contribuye de manera definitiva. Lo ha asegurado Carmen Migueláñez, que reside en Fuentepelayo y que, ahora, a diferencia de lo que pasaba hace unos años, se pone al volante de su vehículo para conducir cuando tiene que ir o venir a la capital segoviana. Acompañada, sí, pero conduce ella.

Esta extrabajadora de la Residencia Asistida comentaba cómo siempre había conocido el parkinson en gente mayor. Pero cada vez se diagnostica en edades más tempranas. Ella misma se convirtió en la persona más joven en su grupo de la asociación y ahora los hay más jóvenes aún. Pero con calidad de vida mejorada, con margen para el optimismo.

Sobre esa labor que lleva a cabo Parkinson Segovia, destaca el resquicio para la esperanza que aportan a quien encara de nuevas un diagnóstico y se ve ante un mar de dudas, de desconocimiento. Teresa Martín es la gerente de la asociación y explica que parte fundamental de la tarea que llevan a cabo en esos momentos iniciales es la de aportar luz, información. Sensibilizar ante el nuevo panorama.

Pero la asociación hace más, claro. Tratando de llegar a donde no lo hace la Seguridad Social, que no brinda a acceso a muchos ámbitos por tratarse de enfermos crónicos. Así, Parkinson Segovia ofrece fisioterapia, logopedia, apoyo psicológico, musicoterapia y hasta transporte por la capital y los alrededores. Mantiene dos grupos de apoyo familiar y formaciones de manera mensual. Pone el acento, y mucho, en el apartado social y lúdico de las personas que tienen parkinson. Pero en el apartado de carencias, aparece el espacio.

Limitación de espacio

Su centro se ubica en el CIS de La Albuera, con espacios compartidos con otras entidades y eso limita mucho sus servicios. Sobre todo a la hora de incorporar algunos que mejorarían la vida de usuarios, están convencidos. Un ejemplo que te puede llamar la atención: el tenis de mesa. No tienen espacio para ubicar una mesa con la que practicar esa modalidad deportiva.

Pues varias decenas de tulipanes lucen ya ante el monumento que evoca al escultor segoviano a Aniceto Marinas. Tulipanes que sirven para llamar la atención sobre el parkinson. Una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta al sistema nervioso central. La manifestación más extendida de la enfermedad la asociamos al temblor, pero diez años antes pueden aparecer síntomas que anticipan la enfermedad, anosmia (pérdida de olfato), alteraciones en el sueño o de los estados de ánimo. No sólo hablamos por tanto de temblores, también rigidez.

La despoblación, una desventaja

La incidencia aumenta con la edad, siendo más común en personas mayores de 65 años. Sin embargo, como hemos comentado, también puede aparecer en personas más jóvenes, aunque es menos probable. En Castilla y León, hay alrededor de 10.000 personas diagnosticadas. Se estima que se pueden llegar a las 15.000 personas en los próximos años debido al envejecimiento de la población.

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