La experiencia en Urgencias de un segoviano empadronado en Madrid
Asegura que si la Sanidad española es buena no es por el sistema sino por sus profesionales
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Javier Fernández es un segoviano que reside, por motivos laborales, en una localidad madrileña. Allí está empadronado, para que su tarjeta sanitaria esté cerca de su puesto de trabajo. Sin embargo, su residencia familiar se establece en Segovia, en el domicilio donde vive también su esposa. Al inicio del confinamiento se reunieron en ese domicilio. En una carta, Javiers cuenta una experiencia reciente en el servicio de urgencias del centro de saljdud ubicado en el barrio de San Lorenzo. Él asegura que la asistencia fue "de diez", pero que el sistema es "bastante deficiente". Este es su relato.
Me llamo Javier, tengo 38 años y soy de Segovia. Antes de nada, quisiera explicarles mi situación personal. Mi pareja (estamos casados) y yo tenemos una vivienda de mi propiedad en Colmenar Viejo, Madrid, cerca de las oficinas donde trabajo y donde estoy empadronado. Y otra vivienda propiedad de ella en Segovia, la cual figura en el libro de familia como domicilio familiar. La razón de estar empadronado en Colmenar Viejo, es por tener el médico de cabecera allí, pues en caso de tener consulta, no tengo que faltar al trabajo. Normalmente resido en Colmenar, pero siempre que el trabajo me lo permite, marcho a Segovia, al domicilio familiar. No es un viaje largo, son 70 Kilómetros cruzando el puerto de Navacerrada.
El día 13 de marzo regresé de Noruega de un viaje de trabajo. Me encontré con mi pareja en Colmenar Viejo y, el día 14, con todas las certezas de que esa misma noche declararían el confinamiento, decidimos venir a Segovia para estar mas cerca de la familia. Desde entonces hemos cumplido escrupulosamente las normas de confinamiento.
Ayer me vi obligado a asistir por urgencias aquí, en Segovia, debido a un fuerte dolor y una gran inflamación en un pie debido, aparentemente, a una reacción alérgica a la picadura de algún tipo de insecto. La picadura sucedió un par de días antes, y tras comprobar que aquello cada vez dolía más y cada vez se inflamaba más, decidí llamar al 112 para evitar, en la medida de lo posible y dada la situación, ir a urgencias. Fue en el 112 donde una doctora me recomendó ir a urgencias para que comprobaran el nivel de inflamación y la posible existencia de una infección.
Al mostrar mi tarjeta sanitaria de la Comunidad de Madrid en el centro de salud, el primer comentario que recibí fué "Estamos confinados, usted no puede desplazarse hasta Segovia". Mostré fotocopia del libro de familia (en la situación actual lo llevo siempre encima) y le expliqué todo lo anterior al personal de recepción. No es la primera vez que debo asistir a urgencias fuera de la Comunidad de Madrid, y si, me han atendido, pero siempre he tenido que escuchar el comentario de "Anda, pero tu perteneces a Madrid"... y yo digo, si ¿Y qué?.
Una vez en la consulta, la doctora era técnicamente incapaz de acceder a mi historial. Después de varios intentos, darme de alta otra vez en su sistema, y probar diferentes caminos de su aplicación informática, la doctora llegó la conclusión de que se había bloqueado el sistema para, dada la situación, no poder acceder a historiales de gente de otras comunidades, lo cual me indignó profundamente. Así se lo hice saber al personal, tanto a la doctora como a los celadores y enfermeros que allí había. Ojo, no por ellos como profesionales, pues la atención fue de 10, pero si con el sistema.
Yo he tenido que asistir por urgencias en países como Reino Unido y me han atendido, dándome cita para realizar un seguimiento 3 días después sin pedirme siquiera el pasaporte. Esto en España es imposible que pase, y no ya con un extranjero, sino con un empadronado en Cádiz que tenga un percance en Guadalajara, con un empadronado en Santiago que tenga un percance en León, o con un empadronado en Colmenar Viejo que tenga un percance en Segovia.
Después de la consulta, y al no poder acceder al sistema, tuve que firmar una factura, la cuál supongo que será remitida a la Comunidad de Madrid. Tampoco fue posible emitir una receta, por lo que tuve que pagar el importe íntegro de los medicamentos prescritos. No fue mucho, 7,90€ el antibiótico y el anti inflamatorio que, por supuesto, no pienso reclamar. Pero digo yo ¿El ser trabajador por cuenta ajena en Madrid no vale en Castilla y León? ¿Lo que cada mes se me retira de la nómina en concepto de seguridad social y la parte que rigurosamente paga cada mes la empresa que me emplea solo es válido si enfermo en Madrid?
Dicen que tenemos la mejor sanidad del mundo, quizás sea cierto, pero no por el sistema, sino por sus profesionales, que cada día atienden de manera increíble a pesar de las limitaciones y las restricciones del sistema. El sistema debería proporcionar herramientas, y en lugar de eso proporciona barreras a las cuales el personal sanitario debe enfrentarse y las cuales el personal debe esquivar para poder ofrecer el mejor trato del que son capaces. Todo esto me parece increíble teniendo en cuenta además la situación laboral y de interinidad en la que muchos de estos profesionales se encuentran, pero ese debate ya es otro.
No importa el color del gobierno. Cuando gobiernan, el discurso es uno y cuando no, el discurso es otro y siempre los discursos son los mismos. Pero al final nadie hace nada y cuenta más el posible beneficio electoral y los apoyos que puntualmente puedan obtener en el congreso de los diputados, que las medidas reales que beneficien de verdad a los ciudadanos españoles. ¿Y nos preguntamos porque somos el país con más muertos por número de habitantes a causa del COVID-19? No vuelvan a decirme, por favor, que tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Por favor no me lo digan, y no me lo digan porque no es cierto.
Al despedirse, la doctora me dijo: "Y sí ves que va a más, tú no te preocupes por nada y te vienes, que te lo vamos a mirar." A pesar del sistema.