La parroquia de San Millán organiza este año la celebración de la Catorcena

Este ciclo de actos conmemora el milagro ocurrido en la Sinagoga Mayor en 1410

Procesión durante la Catorcena

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuenta la leyenda que en 1410 el sacristán de la iglesia de San Facundo tenía muchas deudas, y fue a pedir un préstamo a un judío médico adinerado de la ciudad.  Éste accedió a prestarle el dinero si a cambio le entregaba una hostia consagrada. El sacristán aceptó y una noche se realizó el cambio. Una vez estaban reunidos en la sinagoga Mayor de Segovia, decidieron arrojar la hostia consagrada en un caldero de agua hirviendo que tenían puesto al fuego. Pero antes de llegar a rozar el agua, la forma se detuvo en el aire, la sinagoga empezó a temblar y un muro se abrió de arriba a abajo, por donde salió mágicamente el cuerpo de Cristo y sobrevoló toda la ciudad para ir a refugiarse al monasterio de la Santa Cruz.  

Este año es la parroquia de San Millán la encargada de organizar todos los actos de la Catorcena. Su párroco, Jesús Cano, comentaba que este acto de fe se lleva celebrando desde que a principios del siglo XV ocurriera dicho acontecimiento en lo que hoy es la iglesia del Corpus Christi. Además, explicaba que en ese momento había siete iglesias intramuros y otras siete extramuros, las cuáles se comprometieron anualmente a dar gracias y bendecir a Dios por ese hecho milagroso, en otras palabras, realizar un homenaje a la eucaristía. Asimismo, especificaba que el nombre de esta celebración viene dado por el número de parroquias que existía en aquel entonces.

Por otro lado, Cano detallaba que este 30 de agosto ya comienzan los actos que se desarrollarán hasta el día 6 de septiembre. El párroco destacaba que el día principal de esta conmemoración es el domingo, cuando tiene lugar la solemne celebración eucarística y la procesión hasta el antiguo templo judío en la plaza del Corpus. Durante la procesión se llevará a Jesús en un baldaquino del siglo XVII, que ha sido restaurado para esta cita, hasta llegar a la iglesia del Corpus Christi, según confesaba el párroco.

Por último, a pesar de que las estadísticas apuntan a que cada vez es más gente mayor la que acude a misa y que la mitad de los jóvenes no manifiesta creencias religiosas, Cano aseguraba que últimamente suelen acudir bastantes matrimonios con sus hijos pequeños a la iglesia de San Millán. No obstante, admitía querer recuperar a la juventud.