VIDA CONSAGRADA: SERVIR AL MUNDO DESDE EL AMOR AL SEÑOR

El día 2 de febrero se celebra la Jornada de la Vida Consagrada.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El día 2 de febrero se celebra la Jornada de la Vida Consagrada. El Espejo ha convocado a sus micrófonos a la hermana Ana, Hija de la Caridad y presidenta de CONFER Segovia (CONFER: Confederación Española de Religiosos) y a la hermana Patricia, Misionera Oblata de María Inmaculada. Con ellas repasamos la realidad de la vida consagrada en la diócesis de Segovia, caracterizada por una buena variedad de carismas, entre los cuales destacan el carmelitano, el franciscano y el propio de la orden oblata. La hermana Patricia nos da cuenta de su congregación –muy reciente, fundada en 2001– centrada en el servicio de atención parroquial: catequesis, animación litúrgica, etc. Tienen casa en San Cristóbal de Segovia desde hace unos pocos meses y nos recuerdan que, a pesar de las limitaciones de la pandemia, están siempre ahí, abiertas a las necesidades de la gente.

Ambas religiosas nos dan muchas pistas sobre el valor de la vida consagrada para el mundo actual, que es presencia del Reino de Dios y lugar donde todos los fieles podemos volver la mirada. La vida consagrada también es servicio a la sociedad desde el amor de Dios, es riqueza de la Iglesia y es presencia de Dios que llena el corazón del hombre, independientemente de la forma externa que adopte cada instituto y el carisma concreto que lo inspire. La vida consagrada de nuestros días, además, encarna una serie de valores en alza en el mundo actual, como son la fraternidad, la multiculturalidad, la capacidad de acogida y la misión compartida (entre ordenados, laicos y religiosos) ya que la construcción de un mundo mejor es cosa de todos.

La sección de El Laico ante el Espejo nos aclara el reciente cambio introducido por el Santo Padre en el Código de Derecho Canónico por el cual, a partir de ahora, las mujeres también pueden acceder con pleno derecho a los ministerios instituidos de acólito y lector (servidoras del altar y de la Palabra en la liturgia). Francisco no ha hecho sino reconocer una realidad de facto que ya existe en la vida de la Iglesia. Todos, hombres y mujeres, por la igual dignidad de bautizados, estamos igualmente llamados al servicio. No es ninguna casualidad que Francisco (hombre de signos) eligiera el día del Bautismo de Jesús, el pasado 10 de enero, para firmar el documento. Un día en el que recordamos que, por la acción de este sacramento, todos somos iguales en el seno de la Iglesia, todos somos hijos de Dios.

Por último, El Espejo da voz en este día a Sol Garrido, integrante de un grupo de adoración que ha surgido espontáneamente en nuestra diócesis durante el último año. Formado en un principio por estudiantes universitarios seguidores del movimiento Hakuna de Madrid, lo forman ya unas 30 personas, jóvenes y adultos, laicos y religiosas, que se reúnen los jueves en la iglesia de la Adoración de la capital, acompañados por algunos sacerdotes que administran los sacramentos. Los encuentros, que son abiertos para todo el que quiera participar, combinan momentos de oración, reflexión, adoración y música. Sol anima a todos los segovianos a descubrir esta nueva forma de acercamiento al Señor.