UN AÑO JUBILAR PARA LA VIRGEN DEL HENAR

Hablamos con el rector del Santuario del Henar sobre la concesión del Año Jubilar Henarense y la preparación del evento de calado para la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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«Tiende tu mano al pobre». Este es el lema de la cuarta Jornada Mundial de los Pobres que conmemoramos este domingo quince de noviembre y sobre el que versa el editorial de esta edición de Iglesia en Segovia. Unas palabras que, como nos recuerda el Papa Francisco en su mensaje con motivo de este día, «Hoy resuenan con todo su significado para ayudarnos también a nosotros a poner nuestra mirada en lo esencial y a superar las barreras de la indiferencia».

Tender la mano al pobre es un signo de proximidad, de amor. En este tiempo en el que el mundo sufre las consecuencias de un virus que trae desaliento, hemos visto las manos tendidas de los sanitarios que han dado todo de sí mismos por ayudar a los enfermos, de los voluntarios que han seguido ayudando a quienes viven en la calle, de todos aquellos que han asistido a quien necesitaba la más mínima asistencia… Por eso, como nos recuerda el Papa, tender la mano al pobre es una invitación al compromiso, a darnos cuenta de que este es «un tiempo favorable para volver a sentir que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo».

En el espacio dedicado a la entrevista, nos hemos acercado hasta Cuéllar, más concretamente hasta el Santuario de la Virgen del Henar para charlar con su rector, don Carlos Miguel García Nieto, sobre la concesión del Año Jubilar Henarense.

Don Carlos llegó hace unos meses al santuario cargado de ilusión. «Mi madre me ofreció de niño a la Virgen, porque estaba enfermo. Pero también pidió para que algún día yo pudiera ser sacerdote suyo», asegura. Un deseo cumplido, puesto que años después fue ordenado sacerdote, oficiando su primera Eucaristía en el Santuario del Henar.

Desde que fuera nombrado rector por el Obispo de Segovia, Mons. César Franco, el pasado 8 de septiembre, don Carlos todavía no ha tenido tiempo para darse cuenta de si está adaptado al lugar porque hay mucha actividad allí. En esta línea, cree que las lágrimas derramadas por los Padres Carmelitas a su marcha

(«físicamente dejaron el santuario, pero es mi empeño personal que sigan vinculado a él», asegura) han dado su fruto con un lugar lleno de vida.

En cuanto a la concesión del Año Santo Henarense, García Nieto se muestra «satisfecho, contento y feliz». Una idea que surgió cuando, al poco de llegar al santuario y sacando su lado de historiador, descubrió en un breve de Gregorio XV que el 9 de agosto de 1621 concedió la bula por la que se instauró la fiesta de Nuestra Señora de El Henar. A lo que había que sumar que la coronación tuvo lugar el 25 de junio de 1972. Por este motivo, impulsó la petición de este Año Santo que finalmente les ha sido concedido.

Una celebración que supone un reto pastoral para él, pero del que está convencido que servirá para acercarnos unos a otros. Una festividad que ha de vivirse con intensidad espiritual y renovación interior y en la que podrán lucrarse indulgencias plenarias, «poniendo el cuentakilómetros de los pecados a cero». Para ello, será necesario peregrinar al Henar, orar con profesión de fe, rezar por las intenciones del Papa, confesarse y comulgar veinte días antes o después de visitar el santuario y rechazar todo tipo de pecado.

Por el momento, ya se ha constituido la comisión organizadora de este Año Santo, que poco a poco irá concretando los actos para la celebración teniendo muy presente la situación sanitaria en la que nos encontramos.

Finalmente, don Carlos espera que este Año Jubilar Henarense sirva para la reconciliación con Dios y con las personas pero también para la revitalización no solo de Cuéllar y su entorno, sino de toda la Diócesis de Segovia.