Iglesia Noticia

«Compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada»

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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La huelga de médicos de atención primaria, atención rural y emergencias en Madrid y Cantabria pone de manifiesto la crisis sanitaria que atraviesan no solo esas dos regiones, sino el país entero. Es evidente la escasez de facultativos en España y, aquellos que acaban los estudios tras años y años de formación, están desando irse. Porque este sector sufre de una temporalidad abusiva y, a los profesionales, se les paga poco y mal.

Pocos son los que eligen la atención primaria como especialidad, pues requiere mucha entrega, gran responsabilidad y saber mucho de todo. Pero lo que es indiscutible es que, a pesar de la pandemia, la Sanidad sigue sin ser reconocida social y económicamente. Quizá lo ocurrido en Madrid y Cantabria sea el caldo de cultivo para lo que se cueza en España cuya solución puede que pase por un gran pacto con todos los agentes afectados. Hasta que eso llegue, precariedad, protestas, esfuerzos redoblados y pacientes desatendidos.

Los problemas que atraviesa la Sanidad no son los únicos, transportistas y hosteleros también claman por la situación. Y qué decir de los ciudadanos de a pie, en quienes al final recaen todas las consecuencias. Con motivo de la celebración de la VI Jornada Mundial de los Pobres, en nuestro Iglesia Noticia de hoy hablamos con Laura Gozalo, técnico de Acogida y Atención Primaria de Cáritas, y con Esther, madre y propietaria de un negocio en la capital.

Hasta la fecha, la crisis económica derivada, en gran medida, de la guerra de Ucrania, arroja un aumento del 10% en la demanda de ayuda a Cáritas, que en los últimos años ha visto como el perfil de quien necesita su asistencia ha ido cambiando notablemente. Y es que, actualmente, aunque podamos esquivar, por el momento, acudir a una organización en busca de ayuda, todos estamos notando las consecuencias de la subida de las facturas. Personas como Esther, que tiene que mirar con lupa cada gasto ya no solo en el ámbito familiar, sino en el negocio ya que es difícil afrontar los recibos: «si antes un paquete con sobres de azúcar costaba me costaba 15€, ahora son 30€. Es difícil que el cliente entienda que tenemos que ajustar los precios de las cosas».

En la alimentación se ha notado con creces ese aumento de la inflación que, quizá también lleve a una merma en la solidaridad. Sin embargo, en Cáritas pusieron en marcha el proyecto de ‘tarjetas monedero’ que, además de adecuarse más a las necesidades de quienes las solicitan, contribuyen a sostener los pequeños comercios de Segovia. Eso sí, solo para alimentación. Pero hay cifras que asombra, y es que hay un 14% de enfermos que no pueden acceder a los medicamentos por su carestía económica. Y es que, aunque no lleguemos a tales extremos, todos, como Esther, hemos tenido que renunciar a ciertas costumbres para, al menos, seguir cubriendo nuestras necesidades básicas.