Madrid - Publicado el
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Corren tiempos difíciles para muchas cosas, y la familia no escapa de ello. La violencia doméstica, la conciliación laboral y familiar, la alta tasa de violencia y suicidio juvenil... son solo algunas muestras de las trabas a las que nos enfrentamos en esta sociedad lastrada por la pandemia y las sucesivas crisis económicas.
Pero no hay que olvidar que la familia sigue siendo el pilar de la formación de niños y jóvenes, sigue siendo el mejor lugar para que los más pequeños aprendan valores que les hagan crecer a nivel humano y social. Es la familia la que siembra la semilla. Son los abuelos, los padres, los hermanos quienes tienen las herramientas más importantes para formar a los ciudadanos del futuro. Pero no basta con enseñar valores, es necesario ejercitarlos. La familia es una escuela de virtudes donde aprender y poner en práctica los principios para toda la vida.
Poner en valor todo esto era el objetivo del Papa Francisco con la convocatoria del Año de la Familia «Amoris Laetitia» que culminó hace escasos días. Por este motivo hablamos hoy con Juana Alonso, responsable del Secretariado de Familia y Vida de la Diócesis; y con Sonia Sanz, directora del Centro de Orientación Familiar.
En un año tan especial como este, los grupos de familias «Betania» han seguido siendo el pilar principal de la actividad diocesana. No obstante, también se ha querido poner en valor que «el matrimonio es más», con una propuesta proveniente de la Conferencia Episcopal Española que ha venido para quedarse, por lo que eso de resaltar las bondades de la unión matrimonial será ya algo que iremos viendo en los próximos cursos. Igual que los cursos de preparación al matrimonio o los retiros de amor conyugal, otras de las propuestas en las que el secretariado centra su actividad.
Como la participación del Encuentro Mundial de las Familias en Roma estaba limitada en esta ocasión, desde el Secretariado de Familia y Vida vieron la oportunidad de cerrar este año de la mejor manera posible en nuestra Diócesis, con el Jubileo Henarense de las Familias en Cuéllar. Una celebración compartida con las familias de la vecina Archidiócesis de Valladolid en el marco de la celebración del Año Jubilar Henarense.
Familias a las que la pandemia ha golpeado económicamente, pero también mentalmente, como nos cuenta Sonia Sanz. En el Centro de Orientación Familiar se han dado cuenta de que las necesidades de las personas que acuden en busca de ayuda son otras, las que reflejan personas agotadas mentalmente por la situación que están viviendo. Igualmente, atienden a jóvenes que, al igual que los adultos «han perdido su GPS interior», encontrándose con situaciones comprometidas a nivel afectivo, social y sexual.
Ahora que con el verano hay más tiempo para vivir en familia y surgen más roces, Sonia nos propone relativizar y buscar qué es lo importante para poder evitar los conflictos y disfrutar de una de las cosas más bonitas que tenemos: la familia.