Devoción mariana

Aunque en muchas ocasiones no seamos conscientes del todo, la Iglesia es mucho más que la celebración de Eucaristías y Sacramentos. ¿Dónde está la Iglesia cuando se la necesita? Se preguntan quienes creen que la institución pide más de lo que ofrece. Está en los más de cuatro millones de personas atendidas en sus centros asistenciales y sanitarios durante 2020, un año marcado por la pandemia. Así lo refleja la memoria de actividades de la Iglesia en España presentada como cada año para cumplir su compromiso de transparencia con la sociedad.

En ese difícil 2020 en el que toda actividad se vio frenada o lastrada de forma brusca, la Iglesia no se detuvo. A pesar el cierre y las limitaciones de aforo en los templos, su labor social se intensificó y multiplicó, desarrollando cerca de 700 nuevas acciones asistenciales, sanitarias, educativas, pastorales y de acompañamiento motivadas por la Covid19. Es cierto que el aumento de las declaraciones de la Renta a favor de la Iglesia en 2020 supuso un récord de asignación, cercano a los 298 millones de euros. Pero también lo es que la institución da más de lo que recibe, porque no hay que olvidar que para la Iglesia lo más importante, siempre, son las personas.

Personas a las que cuidar y que cuidan, que viven con intensidad y celebran. Gente que espera, después de dos años de pandemia, agradecer a las imágenes marianas de su devoción por haberlas protegido. Precisamente este mes de mayo, mes de las flores, es el que especialmente dedicamos a la Virgen que, en nuestra Diócesis, tiene tantas advocaciones como localidades, a las que se rinde devoción en la intimidad, pero también en las romerías que, este año sí, se recuperan en todos los rincones. De ellas hablamos con el periodista Guillermo Herrero.

Romerías como las de Nuestra Señora del Soto, en Revenga; la Virgen de Salcedón, en Lastras de Cuéllar; la Virgen de Rodelga, en Mozoncillo; la Virgen del Pinarejo, en Aldeanueva del Codonal,... un pequeño ejemplo de todas las que acoge nuestra Diócesis. La mayoría de ellas con un desarrollo común: misa concurrida, procesión, subasta de andas y bailes tradicionales. Aunque cada una de ellas con un toque especial, como las de la Hontanares y Hornuez, en las que las jotas son bailadas de espaldas, para no perder nunca de vista a la Virgen. Multitudinarias son también las de la Virgen del Bustar en Carbonero, o la Virgen del Pinar en Cantalejo, aunque en cada rincón de la Diócesis, por muy pequeña que sea la ermita o la iglesia, siempre hay una imagen mariana a la que sacar en romería con profunda devoción.

Si hay una peregrinación destacada por su espectacularidad y singularidad es la de la subida de la Virgen del Castillo de Bernardos. Dice la tradición que, desde 1940, se celebran cada década, en los años terminados en 0. En 2020, la pandemia truncó los deseos de celebrar esta fiesta tan especial, que se recupera este año con más esplendor si cabe. Una romería que, como nos dice Guillermo, recuerda la de la Virgen del Rocío en Huelva y que congrega un buen número de gente en un pueblo engalanado especialmente para la ocasión.

Y no podemos cerrar este programa dedicado a la Virgen sin hablar con Carlos Miguel García Nieto, rector del Santuario de El Henar, de la peregrinación de la ‘Morenita de Castilla’ por la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar. Una propuesta que ha superado todas las expectativas, pues la idea era que la Virgen se acercara a todos aquellos devotos que no podían acudir al santuario, pero las localidades que ha visitado se han visto desbordadas, recibiendo incluso gentes llegadas de otros puntos del país.

En definitiva, fieles congregados en torno a la figura de una Madre que, aunque mil nombres lleve, bajo un solo manto acoge a quienes a ella se acerquen.