Madrid - Publicado el
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Esta temporada, en Iglesia Noticia nos hemos propuesto sorprender a nuestros oyentes con la finalidad de entrar en sus hogares de una manera distinta. Y se nos ha ocurrido que la mejor manera de hacerlo es dando más voz a nuestros invitados. Si ustedes se preguntan cómo, la respuesta es sencilla: con un espacio dedicado a la tertulia, a la charla distendida que les acerque posturas diferentes y les invite a la reflexión.
Marisa Lázaro, delegada diocesana de Enseñanza y Sergio Calleja, profesor en el colegio Marista de Segovia son este domingo nuestros «conejillos de indias» en esta experiencia piloto que esperamos sea de su agrado y podamos mantener en el tiempo con otras temáticas.
Acaba de comenzar «el primer curso de la normalidad» en lo que a restricciones Covid se refiere. Ya no hay mascarillas, ni distancias, lo que va a permitir que la enseñanza y la relación entre profesores y alumnos vuelva a ser mejor y más cercana. Pero también un curso incierto, pues es el primero en el que se va a aplicar la LOMLOE, la nueva ley de Educación que ha puesto en jaque a toda la comunidad educativa. Y es que los profesores deben adaptarse a nuevos conceptos, nuevas formas de enseñar, de programar y de evaluar. Y hacerlo en los cursos impares, viéndose obligados a desatar su creatividad, puesto que tendrán que enseñar con dos legislaciones conviviendo en las aulas. Todo ello con una ley que todavía, a estas alturas, continúa «en pañales» y no está aprobado el texto definitivo.
Un reto más para añadir a este curso en el que la asignatura de Religión continúa en tela de juicio, viendo pasar «un tren en marcha» —la LOMLOE— que no puede dejar escapar. Y es que «Reli es más», una materia a veces denostada, con el prejuicio de creer que es enseñanza catequética, pero nada más lejos de la realidad. Si lo que pretende esta nueva ley educativa es formar ciudadanos críticos mediante una formación integral del alumnado, eso es, precisamente, el pilar de la asignatura de Religión.
Y es que aunque los inicios estén siendo complicados, siempre hay una esperanza si el reto que se asume por delante se enfrenta con ilusión y valentía.