Cuatro concejalías del Ayuntamiento se conjuran para detener el deterioro de la barriada del 29 de octubre

Los vecinos, afectados por un grave problema de convivencia, aseguran que se les ha ido de las manos

Laura Ríos

Valladolid - Publicado el - Actualizado

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Hasta cuatro concejalías implicadas para poner coto a los problemas de convivencia que siguen agudizándose en el barrio del 29 de octubre. Los vecinos creen que al Ayuntamiento “se les ha ido de la manos” y a los problemas de urbanización se suman también los de integración de algunas etnias en el popular barrio de Pajarillos. Urbanismo, Salud Pública, Servicios Sociales y Convivencia. Estas cuatro áreas tratan resolver un conflicto que no es nuevo, pero que ha estallado con la llegada de Ingreso Mínimo Vital. Una prestación que no implica ninguna obligación por parte del beneficiario. Desde la asociación de vecinos del 29 de octubre, Sagrario explica en COPE que lleva 58 años en el barrio, que nunca lo había visto degradarse en tan poco tiempo. Las actuaciones en el 29 de octubre “solo son parches y no resuelven el problema de fondo. Hace falta más contundencia en las actuaciones”, nos explica.

Un conflicto social que subyace a una actuación urbanística que se dilata en el tiempo, unos ocho años. De hecho, la segunda fase lleva año y medio paralizada y ya tendrían que estar ejecutadas las cuatro. Pero no se avanza porque se deteriora antes de que se dé el siguiente paso “por la actitud incívica de algunos vecinos”. Yolanda Matía, de la Unión de vecinos de Pajarillos comenta en COPE que la llegada del Ingreso Mínimo Vital ha disparado la conflictividad por cuando no existe obligaciones para los beneficiarios, como es el tener que llevar a los menores al colegio. “Si van al colegio bien, y sino, no pasa nada. Antes, con la Renta Garantizada de Ciudadanía se la podías quitar si no llevaban a los niños al colegio. Es un derecho fundamental de los menores”.

Ingreso Mínimo Vital y absentismo

Una realidad que constatan en el Colegio Cristóbal Colón de Pajarillos donde Bertoni desarrolla con éxito el programa Pajarillos Educa. Han conseguido pasar desde la pandemia de un 50 a 60 por ciento de absentismo hasta el 18 por ciento, pero admite que la llegada de Ingreso Mínimo Vital ha activado al picaresca y muchas familias han pasado de la Renta Garantizada de Ciudadanía de la Junta al Ingreso Mínimo Vital del Estado. “No puede ser que un niño no vaya al colegio, a Conciliamos, al comedor...Hay un montón de intervenciones sociales y de apoyo y asistencia social al que no acuden porque no les da la gana”.

En Valladolid son más de 5.100 los expedientes aprobados y más de 14.600 los beneficiarios, de los cuales 6.100 son menores y 8.500 adultos.