Sanidad se hace con el Centro de Farmacovigilancia que la UVA ha gestonado durante 35 años

35 años después y tras una prolija nómina de invetigaciones a sus espaldas, el Centro regional de Farmacovigilancia de Castilla y León deja de estar vinculado a la UVA para formar parte de la Consejería de Sanidad en una decisión que desde la institución académica se considera “desafortunada” e “inoportuna” por cuanto nos encontramos en un momento cruicial para seguir investigando sobre los efectos de la vacunación. Así lo ha expresado a COPE el Doctor y ex director Luis Martín Arias: “en plena pandemia y con la campaña de vacunación, siendo pionero en España y especialista a nivel mundial sobre las reacciones adversas sobre la vacuna de la gripe”.

Entre las decenas de artículos científicos publicados y los numerosos estudios de investigación podría destacar la más reciente que establece una asociación, previamente desconocida, entre fármacos inhibidores del factor de necrosis tumoral-alfa (anti-TNFα) que se utilizan para artritis reumatoide, enfermedad inflamatoria intestinal, espondilitis anquilosante o psoriasis y la aparición de Sarcoma de Kaposi, un tumor del endotelio vascular que en ocasiones se vuelve agresivo y afecta a vísceras y que incluso puede amenazar la vida de las personas que lo sufren. La identificación precoz es muy importante ya que retirar el fármaco al paciente afectado puede permitir la remisión del tumor. En relación con la pandemia, cabe señalar el último trabajo de investigación sobre el riesgo de tromboembolismo en mujeres que toman anticonceptivos orales y pueden padecer Covid.

En el centro que hasta 2021 dependía de la UVA se nutría de la labor de cinco profesionales entre profesores e investigadores, tres de los cuales realizaban su aportación sin ánimo lucrativo. Ahora, ya en manos de la Consejería de Sanidad, se le inyecta una subvención de 55.000 euros, y contará con dos farmacéuticos, dos médicos y dos administrativos, personal de la Consejería de Sanidad.

El Doctor Martín asegura que esta decisión “personal y unilateral” es “sumamente desacertada”. Fue ejecutada por la entonces consejera de Sanidad, Verónica Casado y respaldada Carmen Pacheco ex Directora de Salud Pública. Fuente de Sanidad explican a COPE que se cumple así con el requerimiento formulado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, la AEMPS, “ya que Castilla y León era la única comunidad que mantenía la coordinación de este sistema fuera de su estructura orgánica”. De este modo, “la farmacovigilancia en Castilla y León ha visto potenciada su labor en la Comunidad tras la asunción de esa competencia sanitaria por parte de la Consejería de Sanidad con recursos propios, en el ámbito del Servicio de Ordenación Sanitaria, de la Dirección General de Salud Pública. Desde noviembre del año pasado, en el que se completó esta situación tras varios meses de traspaso entre el Centro de Estudios sobre Seguridad de los Medicamentos, de la Universidad de Valladolid y la Consejería de Sanidad”.

Los miembros del centro vinculado a la UVA ofrecen al Consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, su mano para “seguir colaborando y asesorando a la Consejería y al nuevo Centro de Farmacovigilancia desde el CESME, para poner nuestra experiencia sobre efectos adversos de medicamentos y vacunas al servicio de la población de Castilla y León, como especialistas en Farmacovigilancia que somos”.