Ángulos muertos en el transporte público: el autobús que genera críticas en Valladolid y Zaragoza

Conductores revelan un problema de visibilidad, que la empresa comercializadora del vehículo niega

Javier Luna

Publicado el - Actualizado

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¿Hay o no hay ángulo muerto en los nuevos autobuses de Auvasa? La empresa, Irizar, a la que el Ayuntamiento de Valladolid bajo el mandato de Óscar Puente (PSOE), actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España, compró 11 vehículos por importe de casi 11 millones de euros niega su existencia. Aseguran, de hecho, que por su propia morfología ha ayudado a mejorar tanto la visión horizontal como la vertical desde el puesto de conducción.

Pero quienes los han conducido en la Línea 1, que une Barrio España y Covaresa y donde vienen prestando servicio, revelan un “problema” de visibilidad en estos autobuses.

Es el caso de Arturo Barrull. El presidente del comité de empresa de Auvasa ha conducido uno de estos vehículos y ha comprobado que “hay ángulo muerto” en ambos lados, no solo en el izquierdo, como han denunciado conductores de la empresa pública de transporte de Zaragoza, donde se han registrado cuatro atropellos a peatones, precisamente, al realizar giros hacia el lado izquierdo.

Ángulo muerto “por el ancho” de los pilares

En declaraciones a Herrera en COPE en Valladolid el presidente del comité de empresa ha reconocido que entre los conductores de Auvasa también ha sido objeto de discusión “la anchura” de un pilar de este modelo de autobús que “dificulta la visibilidad un poquito”.

¿Y de cuánto es ese ángulo muerto? Según Barrull, “de, aproximadamente, 18 grados”. Pero si en Valladolid, al contrario que en Zaragoza, no se han registrado incidentes, asegura, es por el grado de profesionalidad de los conductores del transporte público. También, reconoce, por el sistema de trabajo de Auvasa, donde salvo los conocidos como “correturnos”, los conductores están un año cubriendo el trayecto de una misma línea y con una misma gama de vehículos. Al contrario que los conductores habituales de estos vehículos “que desempeñan su labor cada día en una línea y están habituados” los denominados “correturnos”, reconoce Barrull, “tienen algún problemilla más” durante la conducción.

El propio Barrull ha asegurado en COPE que trasladó a Irizar esta situación “hace tiempo”, a la que, pese a “no” suponer “un gran problema”, afirma, se le “está tratando de buscar una solución”. Y es que los sensores con los que cuentan actualmente estos vehículos, que disponen también de cámaras retrovisores, “están pensados del morro del coche para atrás”. “No para delante”, apostilla, “que es donde tenemos el problema de visibilidad”.

Movilidad eléctrica para el transporte público

Barrull reconoce en todo caso las bondades del vehículo, 100 por 100 eléctrico. “Se comporta excepcionalmente bien” en la Línea 1 de Auvasa, donde está siendo utilizado en exclusiva en Valladolid. “El coche”, incide, “tiene una respuesta muy buena”. Aunque la autonomía de las baterías “está muy condicionada por el gasto en calefacción”. También se han registrado quejas en materia de accesibilidad, por parte de una usuaria con discapacidad que denunció “discriminación” al no permitirle un conductor subir con su silla de ruedas al autobús. Queja que fue resuelta por medio de la retirada de una barra del interior del habitáculo.

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En cuanto a la morfología del vehículo, el propio gerente de Auvasa, Eduardo Cabanillas, reconoce que limita su uso a una sola línea en la ciudad de Valladolid porque con este vehículo “necesitamos más espacio para girar”, explica el presidente del comité de empresa.

Cabanillas, como Barrull, reconoce que “existe” un “problema” de visibilidad y aseguran estar analizándolo desde Auvasa. En cualquier caso, zanja el gerente de la empresa de transporte público vallisoletana, “no es ni muchísimo menos un asunto de gravedad”.