Vivir con miedo a perder la vista por el glaucoma: “Como un fogonazo”

Solo en Valladolid hay más de 11.500 pacientes diagnosticados de glaucoma de los más de 52.500 que lo padecen en el conjunto de Castilla y León

Javier Luna

Publicado el - Actualizado

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Como un “fogonazo” que le deja temporalmente sin visión en uno de sus ojos. Así describe Germán cómo es vivir con glaucoma.

Él es uno de los más de 11.500 pacientes diagnosticados de glaucoma en Valladolid. Esos fogonazos, como los ha definido en Mediodía COPE en Valladolid, se producen por un pico en la tensión ocular, que tiene alta constantemente como consecuencia del glaucoma. Dispone de una medicación que trata de aliviar —en la mayoría de los casos, sin éxito— este síntoma de una patología que le sobrevino tras una operación “fallida” de cataratas.

Miedo a perder la vista

Germán no pierde la sonrisa. Aunque reconoce que, como a otros pacientes con glaucoma, le acompaña el temor a perder la vista. “Cuando empiezas a ver que tu campo visual casi desaparece por completo”, ha confesado, “se te encoge el corazón”. En esos episodios es inevitable pensar que “ya ha llegado el momento de perder la vista”. Y ese pensamiento recurrente en “pesa mucho” en el "día a día" de este paciente.

¿Y esos picos de tensión ocular cuándo se producen? Por su experiencia, a capricho y por una duración indeterminada.

Día Mundial del Glaucoma

A Germán, primero, le sometieron a un tratamiento con fármacos. Pero no surtieron efecto. Finalmente, hace un año tuvo que pasar por quirófano, donde, de nuevo, se agravaron sus problemas de visión. El párpado del ojo se desprendió. “Con lo cual”, ha lamentado, “tengo la pérdida de visión que origina el glaucoma y, por otro, la interrupción del campo visual como consecuencia del desprendimiento del párpado”.

Ahora está a la espera de fecha para someterse a una nueva intervención quirúrgica que permitirá elevar, de nuevo, ese párpado mientras trata de mantener a raya la tensión ocular con medicación y gafas de sol cada vez que sale a la calle.

Glaucoma: “La ceguera silenciosa”

En el conjunto de Castilla y León hay, aproximadamente, 52.500 personas con glaucoma. Pero se estima que más del 40 por ciento de los pacientes que sufren esta patología no lo sabe.

Pero, ¿qué es el glaucoma? En Herrera en COPE en Castilla y León le hemos preguntado al doctor José Carlos Pastor, fundador del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid y recientemente reconocido con el premio a la Excelencia por la Sociedad Española de Retina y Vítreo. El glaucoma, según nos ha explicado, es un conjunto de enfermedades que provocan un aumento de la presión del ojo. Presión que acaba dañando el nervio encargado de llevar la información al cerebro y, en consecuencia, produciendo ceguera. Lleva años investigándose y, asegura el doctor Pastor, aún no hay una respuesta clara acerca de qué produce el glaucoma. Hay factores genéticos, eso sí, que son relevantes.

Al glaucoma se le conoce como la “ceguera silenciosa”. Pero, ¿por qué? Porque hasta que no está muy avanzado no produce en la práctica totalidad de los casos ningún síntoma.

Revisiones frente al glaucoma

Por ello en el Día Mundial del Glaucoma, que se conmemora cada 12 de marzo, insiste el doctor José Carlos Pastor, profesor emérito de la Universidad de Valladolid, son necesarias revisiones cada no más de cinco años. Que deben intensificarse a medida que van cumpliéndose años. Sobre todo, si existen antecedentes familiares de glaucoma u otras patologías, como diabetes.

Cuanto más envejecida es la población, como es el caso de Castilla y León, más incidencia hay de glaucoma. En algunas provincias se estima que el cinco por ciento de la población padece esta patología y, al menos, cuatro de cada 10 podrían no saberlo. Se desconoce por ahora qué lo produce. Las líneas de investigación, ha explicado el doctor Pastor, se centran en la neuroprotección. Es decir, en evitar el daño del nervio que traslada la información del ojo al cerebro. “Si se pudiera parar ese fenómeno, sería bárbaro”, ha reconocido el propio Pastor.

Actualmente, una persona con glaucoma no tiene por qué quedarse ciega. Aunque no es una patología que pueda curarse del todo sí existen tratamientos para bajar la presión ocular y que ayudan a que el paciente conserve la vista toda su vida.

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