CONFLICTIVIDAD MENORES

Una psiquiatra de Valladolid sobre los menores tutelados con problemas: “No debemos culpabilizarlos”

Los chavales que ingresan en centros de menores como el Zambrana, en Valladolid, lo hacen por diversas causas, muchos no han podido vivir su niñez y no saben cómo relacionarse

Zambrana Valladolid
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Escucha aquí la entrevista con la psiquiatra Ruth González Collantes

Carolina Tabanera

Valladolid - Publicado el

3 min lectura

¿Qué le pasa a alguien por la cabeza para cometer un delito? “Si pudiéramos entender plenamente la mente humana, sería maravilloso”. Hoy en Mediodía Cope en Valladolid, hemos hablado con la psiquiatra infanto juvenil, Ruth González Collantes. Pasa consulta en la sanidad pública en Castilla y León, en Valladolid, pero también trabaja dos o tres tardes por semana en el Centro de Menores Zambrana. “No todos son malos”, quiere dejar claro González Collantes, “para que exista la Madre Teresa de Calcuta, tiene que existir también la maldad”. Es el contrapunto. “Son los menos que tenemos”. 

Y es que, insiste, no hay que ver al Zambrana como “la gran bestia”, no es lo que debe parecer. González Collantes destaca la importancia de trabajar con chavales, adolescentes, chicos y chicas con edades entre los 14 y los 16 años, a veces más o menos jóvenes, pero al fin y al cambo “trabajamos con la juventud. Es precioso. Trabajar por poder reinsertarlos de la mejor forma posible de nuevo en la sociedad”.

El leitmotiv

“Tenemos que levantarnos cada día para trabajar por poder reinsertar a estos chavales en la sociedad. Debe ser nuestro leitmotiv”. ¿Y cómo trabajan en centros como el Zambrana con los menores problemáticos? Se hace de forma diferente a como se realiza en consulta. Para empezar, nos explica la doctora González Collantes, no es lo mismo trabajar con alguien que va de forma voluntaria a la consulta que con quien ya le han advertido que tiene que ir a ver al psiquiatra, y muchas veces, contra su voluntad. 

Poco a poco, ellos van entendiendo cómo se trabaja con ellos. Lo que se les dice, se hace, como rebajar medicación o eliminar ciertas sustancias, es por su bien”, apunta. El trabajo debe hacerse desde el respeto “desde el respeto mutuo. Yo muchas veces se lo digo. Tú me respetas a mi y yo te respeto a ti”. Desde el respeto, desde la confianza, así podemos empezar a trabajar.

En muchas ocasiones, estos jóvenes no saben reconocer a una figura de autoridad, “no ser autoritario”, una figura que tenga autoridad “ a veces tienen que ir a ver al juez y no saben que tienen que tratarle de usted”.

La maleta de la culpa

La doctora González Collantes insiste en que no todos los jóvenes que pasan por un centro de menores “son malos”. Vienen, en muchos casos, de familias desestructuradas, de alta expresividad emocional, llegan muy dañados, muy lesionados. “Nadie ha tenido tiempo de educarlos, incluso han nacido en ambientes en los que entienden la violencia como un modo de expresión natural”, lamenta.  

Hay que tener en cuenta, además, que “estamos en una sociedad un poco más violenta, en la que exigimos todo de manera inmediata”. Muchos de los chavales tienen problemáticas agravadas con TDH, “son altamente impulsivos”, niños, incluso que han crecido mucho en muy poco tiempo. La doctora González Collantes, pone ejemplos como chavales incluso que han sido víctimas de trata de blancas “se siente culpables porque no lo entienden”. Por eso insiste, “no hay que culpabilizarlos. Pasan de ser alguien que ha cometido un delito porque tiene que pagarse las drogas a ser una víctima porque con 15 o 16 años han sufrido una vejaciones que espero que nadie en su vida las sufra. ¿Cómo los vamos a culpabilizar? Se pregunta.

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