Alba, estudiante de música: "Cuando empiezas no te imaginas que pueda llegar a ser un pilar tan importante"
Tocar instrumentos tiene beneficios para las personas como la memoria, la atención, mejora de las habilidades lingüísticas y matemáticas, entre otros.
Valladolid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
740 estudiantes hay en el Conservatorio Profesional de Música de Valladolid al año, sobre todo niños y jóvenes. Pero, ¿realmente somos conscientes de la carga lectiva y el sacrificio que esto supone y que tan poco está valorado?
Pongamos un ejemplo, un estudiante de violín de último año, es decir 6º de profesional, tiene una carga final de 9 horas semanales de clase más práctica diaria del instrumento de mínimo una hora/hora y media, más los deberes y más el estudios de las asignaturas como puede ser historia, análisis o fundamentos. Y a todo esto hay que sumarle la carga de 2º de bachillerato y la EBAU.
Pero es cierto que esta exigencia lleva a algunos estudiantes a dejar los estudios musicales de lado durante los cursos de bachillerato para poder preparse mejor para la EBAU y acceder a la carrera que desean. "Pienso que si haces algo hazlo bien y por eso pensé que era mejor priorizar y hacer sexto de profesional en primero de carrera", confiesa Ángela Cimas actual estudiante de medicina en la Universidad de Valladolid. Y otros en los que la universidad no posibilita compaginarla con los estudios musicales.
Muchas veces a estos estudiantes se les ha comparado con los deportistas de élite. Álvaro Sanz, estudiante de superior en oboe en Zaragoza, cuando estaba cursando el Conservatorio en Valladolid tenía compañeros deportistas que le comentaban que era admirable su situación "no os ayudan en nada. No deja de ser un trabajo psicomotriz muy fino. No dejáis de hacer un deporte de exogencia y sin emnbargo no tenéis lo mismo que nosotros".
Y esto también repercute en los profesores del Conservatorio Profesional de Música de Valladolid que tienen que hacer malabarismos y encontrar un balance, mientras a la vez se es intenta inculcar un amor hacia la música, según nos ha contado su directora Laura de la Hoz. Además "es cierto que como lo tienen desde pequeños (los profesores) esa evolución personal la va viendo el profesor", añade la jefa de estudios Conchi Hernández.
Tocar instrumentos tiene beneficios para las personas como la memoria, la atención, mejora de las habilidades lingüísticas y matemáticas, también reduce el riesgo de tener deterioro cognitivo en la vejez y ejercita el sistema psicomotriz. Por lo que en muchos casos se utiliza como terapia en casos como autismo, discapacidad motora, discapacidad sensorial, durante el embarazo, trastornos conducta alimentaria, neurosis, entre otros.