brigadistas de patio

Así transforma un colegio de Valladolid los recreos para buscar entornos más pacíficos: "Brigadas de patio"

El fútbol desaparece de este espacio de ocio para sustituirse por alternativas como el balón prisionero o la pelota envenenada 

Carolina Tabanera

Valladolid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Brigadas de patio y recreos inclusivos. El colegio La Inmaculada Misioneras de Valladolid trabaja en construir entornos escolares más inclusivos y pacíficos, donde todos los alumnos y alumnas independientemente de sus preferencias, se sientan parte de la comunidad.

El centro lleva años trabajando en una innovadora iniciativa en la organización de sus recreos, se trata de 'Las brigadas de patio' orientadas a fomentar la “inclusión, la diversidad y la convivencia pacífica”, nos contaba en Herrera en COPE Valladolid, Elena, coordinadora de convivencia del colegio.

Raisa, Leo, Pablo, Valeria … son sólo algunos de los alumnos que participan de esta iniciativa. “Somos un cole pequeñito y aprovechando el tamaño que tenemos procuramos que todos los estudiantes sientan que pueden estar seguros”.

Que nadie esté solo. Que sean ellos los protagonistas de cuidarse unos a otros”. Los alumnos del último ciclo de primaria juegan un rol “crucial” en esta transformación a través de una figura fundamental en el colegio.

Cómo detectan los problemas los brigadistas

“Son patios seguros. El momento del recreo suele generar conflictos”. Los encargados apuntan lo que ocurre durante este rato de descanso entre clases. “Llevamos chalecos especiales. Sentimos responsabilidad para cuidar a los compañeros”, nos cuenta Raisa. “Es un poquito intenso”, apunta.

Estamos en el patio dando vueltas a ver si hay algún problema y si podemos solucionarlo hablamos con los compañeros que estén solos”, nos dice Leo.

      
             
      

Este grupo de niños voluntarios dedica su tiempo de recreo a una misión muy especial: asegurarse de que ningún compañero se quede solo en el patio. Si detectan que algún niño está aislado o necesita ayuda, se acercan para acompañarlo y animarlo a integrarse en alguna actividad o juego.El resto del alumnado identifica fácilmente a los brigadistas que patrullan con un chaleco identificativo con el logo de convivencia del colegio.

Estos brigadistas no solo promueven la inclusión, sino que en coordinación con sus tutores, trabajan para que los patios sean espacios libres de violencia, impulsando el respeto mutuo y ayudando a mediar en situaciones de conflicto, cuando estas surgen. De esta forma los alumnos brigadistas son un ejemplo de liderazgo positivo para los más pequeños.

La iniciativa ha sido bien recibida tanto por alumnos como por padres y profesores, quienes destacan el “impacto positivo” que está teniendo en la vida escolar. Estas iniciativas buscan que los recreos sean un momento de encuentro, juego diverso y compañerismo.

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