El testimonio de un trasplantado de hígado en Valladolid: “Si hubiera ido mucho antes, a lo mejor no hubiera dado lugar”

1 de cada 4 personas en Castilla y León puede sufrir una enfermedad hepática. Son las que afectan al funcionamiento del hígado como enfermedades metabólicas, cirrosis, hepatitis virales o cáncer de hígado. Pueden suponer la tercera causa de muerte prematura. 

El dolor abdominal o inflamación, el color amarillo de la piel o los ojos son algunos de los síntomas que llegan cuando la enfermedad puede estar avanzada. Porque, dicen los expertos, el hígado “no duele, no da avisos”. Eso le ocurrió a Juan Carlos Puente. Se enteró de “una forma casual” cuando contrajo un virus de gastroenteritis por comer productos en mal estado.

“Yo hacía deporte, no me cansaba, no tenía ningún síntoma pero es verdad que me estaba pudriendo por dentro. Si no me lo hubieran detectado, aunque fuera de forma casual pues a lo mejor en un plazo de año y medio, dos años, pues hubiera fallecido y así menos mal que puedo seguir teniendo la misma vida y completamente sano”, nos cuenta emocionado.

En una exploración el médico le dijo que su hígado estaba muy duro y le mandó a hacerse una analítica. “Me confirmó que tenía hepatitis C, me mandó al digestivo del hospital y detectaron una cirrosis descompensada. Me empezaron a mirar porque la cuestión era muy preocupante. A parte de la hepatitis C y la cirrosis. Empezaron a hacer las pruebas para ver cuál era el tratamiento más adecuado y se detectaron también dos tumores cancerígenos”, nos ha contado Juan Carlos Puente.

Juan Carlos lleva 10 años trasplantado de hígado

Después de conocer el diagnostico le dijeron que lo mejor era un trasplante de hígado porque quitarle los tumores era más arriesgado. Un proceso que llevó meses, aunque desde que entró en la lista de espera para trasplantes, en 30 días ya estaba en el quirófano del Hospital Río Hortega de Valladolid. Habían encontrado un órgano compatible. De eso hace ya 10 años. Juan Carlos ha contado a COPE que la recuperación fue magnífica y que su vida es prácticamente normal. 

En la operación fue “todo muy bien”. Se despertó al día siguiente “entubado” a los dos días lo llevaron a una habitación, y tras 9 días en aislamiento “para casa y hasta hoy”. Estuvo un año de baja antes de incorporarse de nuevo a la vida laboral.

Puente insiste en la importancia de hacerse controles para prevenir. “Yo había dejado de ir al médico porque me encontraba bien. Al médico para qué, ya iremos, ya iremos y cuándo fui pues mira lo que me encontré, si hubiera ido mucho antes, a lo mejor no hubiera dado lugar al trasplante".

¿Cuáles son las causas de las enfermedades hepáticas?

Más de 600.000 castellanos y leoneses pueden tener una enfermedad hepática. Son “prevenibles” porque las principales causas son la enfermedad hepática grasa y el consumo de alcohol. También son “ocultas”. “No dan la cara hasta estadios avanzados de la enfermedad, cuando a lo mejor ya es tarde llegar", explica Rocío Aller, doctora hepatóloga en el Hospital Clínico de Valladolid.

Un estilo de vida poco saludable y el consumo de alcohol puede llevar a “una enfermedad hepática terminal”. De ahí la importancia de la prevención y de los tratamientos “altamente eficaces” para la Hepatitis C, que curan al 99 %.

Las enfermedades hepÁTICAS son “silenciosas”

Hay síntomas muy inespecíficos. Desde un cansancio, debilidad, mal estado general pero cuando da la cara realmente la enfermedad “ya es muy tarde”. Se puede manifestar en forma del abdomen, la piel amarilla. “Son enfermedades que no dan la cara”, de ahí la necesidad de hacer chequeos médicos y un serología de hepatitis porque puedes tener la enfermedad y “no saberlo” y tener un tratamiento a tiempo te va a evitar llegar a ese estadio final y solo queda “la oportunidad” del trasplante. 

Estas enfermedades pueden afectar a todas la población. Pero por ejemplo en el caso de la Hepatitis C el riesgo está entre los nacidos entre 1945 y 1975 porque después las bolsas de sangre se “han controlado” y es ya muy difícil transmitirla en una práctica hospitalaria, en una transfusión. 

Sin embargo las otras dos enfermedades “prevenibles”: El hígado graso y el alcohol afecta a niños, jóvenes, que empiezan a beber a los 13, 14 años y en la edad medida de la vida hay un pico de obesidad, en torno a los 50 años.

Puede afectar a cualquier edad, puede afectar hasta el 30% de los niños hoy ya son obsesos. “Es un dato alarmante porque esos niños van a tener muchos años para evolucionar y poder tener una enfermedad hepática en el futuro”, argumenta Aller.

El trasplante, el último tratamiento en enfermedades hepáticas

Cada vez hay tratamientos más eficaces contras las enfermedades hepáticas antes de llegar al trasplante. “Es el último tratamiento cuando ya no pueden hacer más”, ha explicado en Herrera en COPE Gloria Sánchez-Antolín, doctora hepatóloga en el Hospital Río Hortega de Valladolid. 

La supervivencia postrasplante es “muy alta” también la tasa de donaciones es “muy elevada”. Al año de la operación, entre el 80 % y el 90 % de los pacientes siguen vivos y a los 5 años, en torno al 75%. También crece la tasa de donaciones. En el Hospital Rio Hortega de Valladolid, el año récord se hicieron 49 trasplantes de hígado y este año hasta la fecha llevan 39.

“España es un país líder líder en la realización de trasplantes hepáticos. El año pasado se realizaron en torno a 1.300 pacientes. Una cifra que lleva creciendo desde los años 90 cada año y esto pueden hacerlo a que cada vez hay más donantes con un “esfuerzo tremendo” desde la coordinación de trasplantes de todo los hospitales para poder ampliarlo y “poder beneficiar cada vez a más pacientes”.

¿Cómo se consigue que haya tantos trasplantes? Sánchez - Antontolín explica en Herrera en COPE que es un trabajo “multidisciplinar” con un amplio equipo y la coordinación. El final del trasplante es el resultado de “mucho trabajo y mucho esfuerzo”.