Una canadiense en las fiestas de un pueblo de Zamora se queda atónita con lo que pasa en la verbena
El choque cultural que viven algunos extranjeros con las tradiciones y los hábitos que se encuentran en las localidades que descubren deja situaciones como esta
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La Asunción y San Roque tiñen de fiesta el mapa de España. Esta es la semana en la que todos los años existe una explosión festiva que se vive a nivel nacional y que se concentran en los días 15 y 16 de agosto. Pero desde el fin de semana pasado son muchas las localidades con celebraciones como en Zamora, donde una canadiense alucina con una circunstancia que vive.
Aunque esté presente la España Vaciada, no habrá un solo pueblo que no viva estos días con especial ilusión en torno a una comida popular, una actuación musical o un festejo taurino rodeados de gente y jolgorio. La Asunción de la Virgen es uno de los festivos más esperado por los españoles durante el verano.
Además de marcar el inicio de la segunda quincena de agosto, lo que para muchos se traduce en las deseadas y merecidas vacaciones, para los menos afortunados que trabajan durante la temporada estival, llega como una bendición para poder al menos disfrutar de un puente, enganchándolo con el fin de semana.
Esta efeméride de carácter religioso hace homenaje a la entrada de la Virgen María en el cielo, en cuerpo y alma, adquiriendo la liberación de toda culpa, al término de su vida en La Tierra. Esta fiesta es una celebración de la esperanza para los más creyentes de que ellos también serán premiados por su fidelidad y ascenderán a los cielos.
Un pueblo de Zamora
Hay una verdad absoluta, sobre todo en esta semana. A pesar de la España vaciada y del creciente abandono del mundo rural, la crisis agrícola y el imparable progreso hacia una sociedad cada vez más urbanita; el verano en España sigue siendo de los pueblos, desde fiestas emblemáticas hasta aquellas menos conocidas con autenticidad por bandera.
En Tábara se celebra del 8 al 17 de agosto las fiestas patronales en honor a San Lorenzo. Esta localidad zamorana, conocida por su rica historia y tradiciones, se viste de gala para recibir a muchos vecinos que regresan en estos días desde diferentes puntos de la península para reencontrarse con familiares y amigos.
¿Qué sería del verano sin nuestras queridas verbenas y fiestas de pueblo? Pues como una playa sin chiringuito o una sangría sin vino. Inconcebible. Porque la cultura popular de nuestro país se explica también por todas esas festividades tradicionales que con la llegada del buen tiempo animan el calendario estival.
Es la época más que idónea para disfrutar del buen tiempo con la familia y amigos, de pasárselo en grande y de descansar tras un año verdaderamente agotador. Una oportunidad única para reunirte con gente de todas partes, amigos de toda la vida que hacía tiempo que no veías y, sobre todo y más importante, te brinda la ocasión de disfrutar de la vida como nunca.
No entiende lo que pasa en la verbena
April ha ido a pasar unos días a Tábara, el pueblo de su compañero, de forma que ha coincidido con las fiestas. Prácticamente, todas las jornadas festivas acaban con una verbena a las tantas de la madrugada, algo que destaca en este vídeo con lo que sucede a partir de cierta hora, sobre todo por la actitud de los vecinos.
La joven señala que no puede ir más allá de las cuatro de la mañana, pero, en cambio, hay algunos que están llegando a la verbena a esa hora. Para April, los españoles están "hechos para esto" viendo la capacidad de aguante que tienen por la noche para alargar la fiesta hasta el amanecer o, incluso, más allá.