Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las mascaradas de invierno cobran vida estos días en varias decenas de pueblos de la provincia. Sanzoles con el Zangarrón , Pozuelo de Tábara con el Tafarrón, Villarino Tras la Sierra con el Caballico y el Pajarico abren hoy el ciclo.
Estas fiestas hiemales constituyen uno de esos raros ejemplos de supervivencia cultural cuyo origen y simbología se pierden el tiempo. Todas coinciden con el solsticio de invierno y se prolongan a veces con las celebraciones de antruejo en los carnavales.
Se trata de Personajes ataviados con extravagantes indumentarias, que realizan carreras y saltos por las calles del pueblo, metiéndose con la gente o invitándoles a participar en la fiesta. Son los jóvenes solteros quienes encarnan a estos personajes y se ocupan de organizar la fiesta y pedir el aguinaldo, acompañados de instrumentos como cencerros, tenazas articuladas, vejigas hinchadas