El extraño caso de un pueblo de Zamora en el que cambia la hora según la ubicación: "A lo canario"

Los habitantes de Rihonor de Castilla, localidad zamorana, y Río de Onor, localidad de la vecina Portugal, vivirán este fin de año una situación peculiar. Ambos pueblos están divididos por un riachuelo, y mientras la parte española estará celebrando la entrada al nuevo año 2024, sus vecinos portugueses, a escasos metros, todavía tendrán que esperar una hora para estrenar hoja de calendario.

Cada año ocurre lo mismo. Ambos pueblos forman un pueblo mixto único en la península ibérica. La historia de ambas localidades hermanadas, en las que la frontera lejos de separar a sus habitantes los unió de forma total, volvió a saltar a la palestra nacional hace escasos meses, cuando una conocida marca de ron puso el ejemplo de esta pequeña población zamorana que “vive a lo canario”. Un pueblo mixto que mantiene dos husos horarios, el español y el portugués, separados por una hora.

Problemas propios de la España Vaciada

Elvira Prieto es una septuagenaria que nació en el pueblo, que posteriormente emigró a Madrid y desde su jubilación ha vuelto al pueblo. Eso sí, antes de hablar de las bondades de su pueblo, aprovecha para denunciar los problemas a los que se enfrentan los vecinos de la denominada España Vaciada. “En el pueblo no tenemos internet y apenas tenemos cobertura de teléfono, tenemos que bajar a la parte portuguesa”, reconoce cuando habla con COPE Zamora. En este sentido, relaciona este problema de las comunicaciones con la Sanidad: “Hay muchas personas mayores con patologías graves y lo pasan muy mal para conectar con el centro médico de Puebla de Sanabria”.

Conocedora del pueblo, dado que ha sido en varias ocasiones alcaldesa pedánea de esta localidad, que pertenece al municipio de Pedralba de la Pradería, empieza explicando una confusión que suele darse sobre esta zona: “Dicen que el río divide los dos pueblos y no es verdad. El río atraviesa los dos pueblos, pasando de la parte de España a la parte de Portugal. Lo que sí nos corta es un riachuelo que viene de la parte de Robledo, y la frontera viene por la mitad del regato para dividir España y Portugal”.

La frontera que une y no separa

Ese riachuelo marca la frontera física entre ambas partes de este pueblo, pero a nivel vital, las dos partes conviven en hermandad. “Nos llevamos muy bien, somos como familia, nos conocemos todos, somos vecinos muy bien avenidos”, reconoce Elvira Prieto, que pone como ejemplo la celebración de las fiestas. Las fiestas de la parte española se celebran el segundo fin de semana de agosto, aprovechando la presencia de más vecinos, aunque la festividad real es en octubre, con la virgen del Rosario. Mientras, las fiestas de la parte portuguesa son en honor a San Juan y el 13 de mayo.

“Para las fiestas es como si fuéramos el mismo pueblo. Ellos vienen a nuestra misa, a la procesión, al baile… y nosotros el 13 de mayo vamos a su misa, la procesión… Nos acompañamos mutuamente. Es como si fuéramos el mismo pueblo, pero con distintas formas de celebrarlo”, sonríe Elvira Prieto. No obstante, la propia vecina de Rihonor de Castilla apunta a que, evidentemente, hay diferencias: “Los dos pueblos tienen estilos diferentes, propias de sus países. Por ejemplo, como detalle, nuestras calles están cementadas y las suyas son pedregosas, al estilo más portugués”.

Evolución con los años y aumento del turismo

Lo que tiene claro Elvira Prieto es que en estos setenta años, ambos pueblos han cambiado mucho: “Los dos pueblos han evolucionado mucho. Estábamos muy atrasados porque hace años no había ni accesos. Ahora la parte portuguesa ha cogido más fama porque lo han declarado el pueblo más bonito de esa zona concreta de Portugal. En nuestro caso tenemos una pega, y es que al llegar al puente hay una casa en una curva y no pueden pasar los autocares grandes. Por eso estamos pidiendo una mejora en la carretera, porque así podrían llegar autocares y tendríamos más visitantes”, finaliza.