Los peligros de las calderas de leña: Cuatro personas intoxicadas en Zamora evacuadas al hospital
De los cuatro heridos, dos eran menores de edad
Zamora - Publicado el
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Con la llegada de las bajas temperaturas, aumenta el uso de calderas de leña como sistema de calefacción en muchas viviendas rurales y urbanas. Sin embargo, su mal uso o mantenimiento inadecuado puede generar situaciones de riesgo, como la intoxicación por monóxido de carbono, un gas altamente peligroso y mortal en altas concentraciones.
Un reciente incidente en la localidad de Badilla, en el término municipal de Fariza (Zamora), pone de relieve la importancia de extremar las precauciones al utilizar estos sistemas.
El Centro de Emergencias 1-1-2 Castilla y León recibió una llamada alertando sobre tres personas indispuestas en una vivienda de Badilla. Presentaban síntomas como vómitos y convulsiones. La alerta movilizó a una ambulancia de soporte vital básico de Sacyl, así como a los Bomberos de la Diputación de Zamora y la Guardia Civil.
Al llegar al domicilio, los equipos de emergencia atendieron a cuatro personas: dos mujeres, de 45 y 6 años, y dos hombres, de 46 y 9 años, quienes fueron trasladados al hospital de Zamora para recibir tratamiento.
El origen del incidente fue una intoxicación por monóxido de carbono generada por una caldera de leña. Este gas incoloro e inodoro se produce cuando la combustión de materiales no se realiza correctamente, acumulándose en espacios cerrados y desplazando el oxígeno necesario para respirar. Los efectos de una exposición prolongada incluyen mareos, vómitos, convulsiones e incluso la muerte.
La importancia de la prevención
Este caso subraya la importancia de tomar medidas preventivas para evitar tragedias similares. Entre las principales recomendaciones se encuentran:
1. Mantenimiento adecuado: Las calderas de leña y chimeneas deben ser revisadas regularmente por profesionales que garanticen su correcto funcionamiento y ventilación.
2. Ventilación constante: Las estancias donde se ubican estos sistemas deben contar con suficiente ventilación para evitar la acumulación de gases.
3. Instalación de detectores de monóxido de carbono: Estos dispositivos son esenciales para alertar sobre la presencia del gas antes de que alcance niveles peligrosos.
4. Conciencia y formación: Es fundamental educar a los usuarios sobre los riesgos asociados al uso de calderas de leña y cómo actuar en caso de emergencia.
La intoxicación por monóxido de carbono es un peligro latente, especialmente en invierno, cuando las calderas de leña y otros sistemas de combustión se utilizan con mayor frecuencia. Casos como el de Badilla refuerzan la necesidad de extremar las precauciones para proteger a nuestras familias y evitar consecuencias fatales.