El Sanse, rival del Zamora en la final por el ascenso tras una remontada épica ante el Sant Andreu

El Zamora CF conocía este lunes el rival que tendrá en la gran final por el ascenso a Primera RFEF. Después del encuentro lleno de épica ante el Sant Andreu el domingo, en donde remontó el 2-0 en contra de la ida, este lunes se realizaba el sorteo en Madrid. La suerte quiso que el oponente sea el San Sebastián de los Reyes, equipo que quedó segundo clasificado en el Grupo V y que pretende volver a Primera RFEF tras el descenso consumado la temporada pasada. El partido de ida se disputará este domingo 26 de mayo en el Ruta de la Plata a las 19.30 horas y la vuelta, casi con seguridad, el domingo 2 de junio.

Un sorteo en el que estaba el Zamora gracias a la victoria este domingo por 2-0 en el Ruta de la Plata ante el Sant Andreu. La escuadra rojiblanca se traía un marcador adverso de la ida por el 2-0 recibido en tierras catalanas y se veía obligado a remontar, algo poco usual en la historia del Zamora en encuentros de play off en formato de eliminatoria.

Pero era la tarde elegida. Con un Ruta de la Plata volcado, con más de cinco mil gargantas animando, el Zamora salió arrollador desde el inicio. Desde los primeros compases empezó a poner cerco a la portería rival y a generar llegadas de mucho peligro. Era cuestión de tiempo que entrase el primer balón y esa primera diana llegaba al filo de la media hora. Cañizo remataba en boca de gol un pase de la muerte de Pito Camacho.

El estadio se envalentonaba y el equipo seguía creyendo en la remontada. El Zamora mantenía la misma línea: una presencia constante en campo rival y cargas constantes sobre el área catalana. Así llegaba el segundo. Un centro lateral de Castañeda lo remataba de cabeza Cañizo al fondo de las mallas con un testarazo inapelable al palo largo. La eliminatoria se igualaba antes del descanso.

Durante la segunda mitad, el Zamora siguió siendo protagonista, dueño del balón, muy seguro en defensa y generando ocasiones para sentenciar. Pito Camacho mandó un cabezazo al larguero y otro rozando la escuadra. Los dos técnicos movían el banquillo ante el derroche físico hecho por los dos conjuntos. Pese a intentarlo, el marcador no se movió y el duelo se fue a la prórroga.

Ahí el cansancio era notable. Movilla seguía moviendo el banquillo. El colegiado mostraba la segunda amarilla a Etxaburu y los rojiblancos tuvieron que aguantar más de veinte minutos en la prórroga con un jugador menos. El Zamora supo sufrir con un trabajo defensivo brutal y rozó el tercero con un disparo de Bolo a la madera. Pero la prórroga finalizaba con ese 2-0 y el Zamora se plantaba en la final gracias a su mejor clasificación en liga regular. La celebración fue colosal, en una perfecta comunión entre afición y equipo.