Trabajo ingente en Valencia: El bombero zamorano César Serrano cuenta en COPE Zamora las impresiones sobre el terreno

La solidaridad y el esfuerzo conjunto se convierten en la principal esperanza de los afectados

Ángel García Pérez

Zamora - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

La imagen de devastación que han dejado las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana es impactante. Los cuerpos de emergencia trabajan sin descanso para rescatar y reconstruir, pero el panorama es desolador. César Serrano, cabo del grupo de bomberos del Ayuntamiento de Zamora, desplazado a la zona para colaborar en las labores de rescate, describe para COPE ZAMORA la escena como "mucho más grave de lo que se ve en la televisión".

“En la televisión impresiona, pero al llegar aquí no tiene nada que ver”, comenta Serrano con expresión de desconcierto. “Son montoneras de muebles y coches. Está todo arrasado, todas las plantas bajas devastadas y hay toneladas de escombros en la calle”. Esta situación extrema se ha convertido en el día a día de los vecinos, quienes, con ayuda de los bomberos y de numerosos voluntarios, intentan hacer frente a la destrucción causada por el agua y el barro.

Trabajo de rescate y apoyo a la población

El equipo de Serrano, junto con bomberos de otras localidades de Castilla y León, ha organizado operativos de rescate en garajes y sótanos de la localidad de Aldaia. Los bomberos deben achicar agua en estos espacios, donde las inundaciones han causado graves daños materiales y han dejado a muchas familias en situación de desesperación. “Al llegar a los garajes, preguntamos a los vecinos si echan de menos a alguien, y cuando baja el nivel del agua y se ven los coches, volvemos a revisar para asegurarnos de que no haya ninguna víctima”, relata el cabo.

El proceso es agotador: logran reducir el nivel del agua hasta unos pocos centímetros, pero el lodo restante debe retirarse de forma manual, trabajo en el que participan voluntarios de la comunidad. “Nos impresiona la cantidad de voluntarios que hay, son muchísimos”, comenta Serrano, agradeciendo el apoyo de la ciudadanía.

Jornadas extenuantes y testimonio de dolor

Cada mañana, a las ocho, los jefes de cada sección de bomberos se reúnen en un improvisado centro de operaciones, en Aldaia, para organizar el día. Los equipos se dividen y recorren la zona afectada, “garaje a garaje”, inspeccionando cada rincón para asegurar que no quede nadie atrapado y tratando de recuperar lo que sea posible.

“El primer día te encuentras todo reventado, y la gente está desesperada porque lo han perdido todo”, describe Serrano. Para él, lo más impactante no son solo los daños materiales, sino el dolor de los vecinos que han perdido también a familiares y amigos. “Parece que han tirado unas bombas porque está todo devastado”, lamenta. La destrucción ha dejado sin vida negocios y hogares, sumiendo a la comunidad en una profunda tristeza.

      
             
      

El jueves, Serrano y su equipo serán relevados por otros seis bomberos del Ayuntamiento de Zamora, que tomarán el relevo en estas tareas de rescate. Aunque agotados, la solidaridad y el apoyo de los vecinos en el día a día han sido un aliciente que los impulsa a seguir trabajando para ayudar a Aldaia a recuperar, en la medida de lo posible, la esperanza y el futuro.