Más presión para los profesores universitarios: o acreditan su nivel de catalán o no podrán dar clases

La consejería da a los docentes, a los asociados, un plazo de nueve meses para presentar la acreditación

Redacción COPE Barcelona

Barcelona - Publicado el - Actualizado

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La consejera de Universidades, Gemma Geis, con la complicidad de los rectores de las universidades públicas catalanas, sigue tirando la cuerda de la lengua. Ahora tiene como objetivo a los profesores asociados, un colectivo con una elevada precariedad laboral y salarial, y que tendrán que acreditar obligatoriamente su dominio del catalán si quieren continuar ejerciendo.

Los profesores asociados tienen nueve meses para acreditar que poseen el nivel de catalán que marca la ley. Si no es así, no podrán continuar como docentes en el curso 2023-2024. Es lo que dice el mensaje que han recibido algunos de estos profesores. Mensaje en el que se explica que así se garantiza el derecho lingüístico de los estudiantes. Porque de lo contrario, “se podría resentir la correcta comprensión de las preguntas que los alumnos hagan en el aula en catalán o de los exámenes y trabajos que presenten en esta lengua”.

Para la profesora de Comunicación de la UAB y portavoz de Universitarios por la Convivencia, Isabel Fernández Alonso, es incluso “ofensivo” que se ponga en cuestión la capacidad de comprensión de los docentes, cuando muchos llevan años dando clase en Cataluña y no han tenido ninguna queja. Por todo ello, considera que se trata de una decisión “sin fundamento” que no tiene otro objetivo que poner más presión hacia los docentes, en este caso hacia los asociados, que son los que se encuentran en una situación más fácil. Pero además, dice Fernández Alonso, la medida puede tener otras consecuencias. Considera que es un elemento disuasorio para que vengan profesores de fuera de Cataluña.

También cree que esta reacción es consecuencia del “fracaso” de la campaña de denuncia a profesores por usar el castellano en las aulas. De hecho, y según ha reconocido el propio Departamento, sólo se han registrado 55 quejas por profesores que han utilizado una lengua diferente a la anunciada. Es decir, han usado el castellano cuando la asignatura estaba anunciada en catalán. Y hay que tener en cuenta que en las universidades catalanas hay unos 150 mil estudiantes matriculados.

Fernández Alonso también ha comentado que la consejería de Universidades quiera convertir la lengua en el tema nuclear de su política, dejando de lado otros problemas que afectan a la universidad, como por ejemplo, la falta de financiación o el envejecimiento de la plantilla.