Antiguas pajarerías de La Rambla de Barcelona piden al Ayuntamiento aceptar la mediación judicial
Cinco de los once puestos se niegan a abandonar las paradas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las antiguas pajarerías de La Rambla de Barcelona han pedido al Ayuntamiento que acepte la mediación "instada por los juzgados" para abordar su continuidad en el paseo antes de que este jueves expire el plazo para aceptarla.
En un comunicado este martes, los paradistas han pedido diálogo al Ayuntamiento "una vez más" para encontrar una solución ante la resolución municipal que declara agotadas las concesiones a estos establecimientos. También han recordado que el Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, reclamó diálogo al Ayuntamiento en dos ocasiones, según ellos.
El portavoz del colectivo, Javier Cuenca, ha asegurado que el único ofrecimiento que les han hecho desde el consistorio es el acompañamiento al centenar de trabajadores que se verían afectados con el desahucio de las paradas. Actualmente, los paradistas están recogiendo firmas para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en la que proponen al Parlament declarar las antiguas pajarerías de La Rambla Patrimonio Cultural Inmaterial de Catalunya por la Unesco.
Las antiguas pajarerías, que en principio tenían que dejar sus establecimientos esta primavera, pueden seguir en el paseo hasta el mes de octubre, después que el juez admitiera las medidas cautelares que solicitaron.
Las once antiguas pajarerías conservan su estructura en medio de La Rambla y acogen distintos establecimientos comerciales después de que se les prohibiera la venta de animales. El Ayuntamiento quiere retirar estos comercios alegando que las concesiones han caducado.
Las paradas recibieron este enero una notificación del consistorio en la que se les pedía entregar las llaves. Ante esta decisión, sus ocupantes pidieron medidas cautelares para evitar el cierre de los establecimientos en el marco de la reforma de La Rambla, que está previsto que empiece este 2022. Cuenca, explicó que cinco de las once antiguas pajarerías que agotaron el plazo para abandonar sus paradas (ateniéndose a la notificación municipal), no lo han hecho porque consideran que sus concesiones no han caducado.