Captadores de clubs cannábicos en La Rambla de Barcelona: "No solo ofrecen cannabis"

¿En qué consisten estas asociaciones?

"Cannabis Coffee Shop" o "Cannabis Club" es el reclamo que van repitiendo algunas personas en la Rambla y en las calles del alrededor. Su objetivo es captar clientes, de forma ilegal, para estos locales. Se dirigen sobre todo a los turistas, pero no solo.

Vecinos del barrio denuncian que cada vez hay más. Unas figuras que han ido proliferando en los últimos años y que además son ilegales porque, según la guardia urbana, las asociaciones cannábicas no pueden atraer clientes a la vía pública.

Según la Guardia Urbana, los agentes uniformados hacen una tarea disuasiva, pero también actúa el grupo de delincuencia urbana, que detecta estas personas para poderlas detener.

El portavoz, Jordi Oliveras, dice que esta actividad está vinculada al aumento del turismo porque engañan a los turistas diciéndoles que esta compra de sustancias estupefacientes es legal en Barcelona, cuando, evidentemente, es ilegal.

¿Cómo captan a los turistas?

Y en muchos casos los turistas van engañados y siguen los punteros hasta el local donde los pueden suministrar esta sustancia de forma ilegal. Desde la Federación de Asociaciones Canábicas de Cataluña aseguran que expulsan los clubes donde detectan esta práctica y lo denuncian a la policía.

Los clubes sociales de cannabis son organizaciones de consumidores de cannabis que se unen para tener un espacio privado de consumo, crear un circuito cerrado y controlado de autoabastecimiento y están basados en la prevención de riesgos y reducción de daños. En otras palabras, son usuarios que buscan salir del mercado negro y tener un espacio cómodo y adaptado para consumir cannabis.

Aun así, que los captadores estén por la calle haciendo reclamo de estas sustancias genera intranquilidad entre los vecinos, que ven como al barrio se consumen otras sustancias y miran de evitar que los niños vayan o vuelvan solos de la escuela.

¿Qué ocurre con las escuelas de la zona?

Precisamente, responsables de centros educativos explican que, a menudo, cuando abren las ventanas, los entra el olor de marihuana, incluso a las aulas de infantil.

Hay una gran preocupación en el distrito de Ciutat

por la captación de clubs de cánnabis, de hecho, hay familias de una de las escuelas del barrio gótico,

Entrevistamos al

(ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA A FERMÍN VILLAR, PRESIDENTE D'AMICS DE LA RAMBLA)

Coincidencias de la vida, el 27 de mayo del 2016, cuando se aprobó el plano de reforma de la Rambla, también se aprobó por parte del ayuntamiento legalizar los clubes privados de consumo de cannabis, una normativa que años después el TSJ lo declinó, pero el daño ya estaba hecho porque los clubes que tenían que ser privados pasaron a ser para cualquier persona y eso iba en contra de las indicaciones que puso la fiscalía y género un turismo de cannabis que ahora mismo se ha ido de las manos. A partir de ahí empezaron los captadores con una oferta muy variada, como por ejemplo, las tiendas de accesorios para el consumo, todo esto en plena Rambla y barrio gótico.

El regidor de seguridad, que estaba en el último gobierno de Ada Colau y guardia urbana, se han puesto las pilas. Los

también con las plantaciones que hay dentro de la ciudad, que de vez en cuando se encuentran. Hay tres líneas importantes, una es la modificación legal, otra sobre la persecución de los grupos organizados y la más evidente y la que crea más impacto es recuperar el espacio público y que se pueda pasear con las familias sin el olor y sin que te ofrezcan de todo.