Exigen a la Generalitat una Ley de Playas para regular una vigilancia unitaria en todo el litoral catalán

Ahora solo establece recomendaciones y deja a cada Ayuntamiento, la potestad de contratar y fijar los días de vigilancia con socorrista en las playas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Desgraciamente ayer por la mañana, falleció un hombre de 71 años en la playa de Cap de Sant Pere en Cambrils (Tarragona). Según apunta el Diari de Tarragona el hombre se encontró mal cuando estaba en el agua, se apunta a un posible infarto de miocardio, y perdió el conocimiento. Varios bañistas lo sacaron del agua y estaba con constantes vitales cuando llegó a la orilla. Los equipos de emergencia, con 2 ambulancias desplazadas al lugar de los hechos, practicaron una reanimación cardiopulmonar que fue infructuosa y falleció minutos después.

Es la primera víctima mortal en el litoral de Tarragona este año, y el sector de vigilancia y socorrismo alerta que las cifras de los últimos años se han disparado y requieren atención y medidas para reducirlas. Es cierto que ir a la playa, no genera ninguna sensación de inseguridad, pero los números demuestran que la prudencia es aconsejable, especialmente con personas de mayor edad. El año pasado, solo en verano, 17 personas murieron en el litoral catalán, por ahogamientos o accidentes varios.

El coordinador de la Cruz Roja de Playas de Tarragona ciudad, Nacho Cancio recomienda "ir en grupo a la playa y bañarse en compañía. Hay campañas que piden no ir solos para hacer excursiones a la montaña y se tendrían que hacer en las playas. En los últimos años, un perfil mayoritario de víctimas son personas mayores que tienen asociada alguna patología. Muchas veces hay bandera verde, el mar está tranquilo, pero una indisposición que en otro lugar es recuperable, en el mar no puedes respirar y agrava el estado, cuando llegamos nosotros o los equipos de emergencia"

Este próximo domingo, Cruz Roja en Tarragona inicia el servicio de vigilancia en 7 de las playas de la capital. Mientras en Salou en algunas playas ya hay socorrista y en Cambrils no empezará hasta el 1 de junio. Cada ayuntamiento decide cuando, quién y cuantos vigilantes establece en sus playas.

Albert Calabuig, que durante 40 años ha sido presidente de AECSA ( Associació d'empreses catalanes de socorrisme aquatic) señala "falta una ley en Cataluña que unifique los criterios. Territori tiene en previsión la Ley de Playas, pero todavía no hay nada. Esto provoca que cada ayuntamiento local, con sus políticos y técnicos, diseñen su campaña de vigilancia, que puede ser totalmente diferente al del pueblo de al lado". La Generalitat solo establece recomendaciones, sin carácter jurídico y sin categoría de ley, dejando a los consistorios la potestad de contratar y fijar las semanas estivales con este servicio.

El sector se ha quejado en los últimos años, de la dificultad por encontrar socorristas. Sujetos al salario mínimo interprofesional, 1.167 euros/mes, contando la retribución añadida y legal en concepto de paga extra, Calabuig sostiene que "es poco dinero por la responsabilidad asumida. Muchos jóvenes buscan otras alternativas para trabajar en verano más atractivas y con menos riesgos".

El expresidente de AECSA considera que las empresas grandes del sector, con cursos de formación específicos del Servei Català d'Ocupació y con la homologación de titulados extranjeros, "están buscando ampliar la oferta de trabajadores. El problema son las pequeñas, sin pagar horas extras, y los domingos y festivos al mismo precio que un laboral, debido a que el sector está muy atomizado. Un socorrista no puede evitar accidentes, pero previene y adelanta tratamientos que salvan vidas".

Después de dos veranos seguidos de pandemia, las expectativas actuales son muy buenas, de lleno total. La recuperación del mercado internacional, llenará todas las playas y la seguridad es primordial para disfrutar de un buen baño en el mar.