SEGURIDAD VIAL

El 72% de los barceloneses cree que las aceras cada vez son más inseguras

Los peatones y los ciclistas son los más críticos con la sensación de seguridad mientras que los que van en coche y moto lamentan la congestión

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En algún momento de nuestras vidas, todos hemos sido peatones. Ya sea que usemos transporte público, vehículos como coches, motos, bicicletas o patinetes, en algún momento caminamos por las aceras de las ciudades. El plan de movilidad urbana aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona en 2021 tenía como objetivo poner al peatón en el centro, garantizando su seguridad y comodidad al caminar por las calles de la ciudad.

Sin embargo, según la última encuesta realizada por el RACC, este objetivo parece no haberse cumplido. Se llevaron a cabo 2.000 encuestas durante los últimos meses, y el 72% de los residentes de Barcelona encuestados consideran que caminar por las aceras es menos seguro ahora que hace cuatro años. Los peatones y ciclistas son los grupos más críticos en cuanto a la sensación de inseguridad. Más del 75% de ellos creen que desplazarse por la ciudad se ha vuelto una experiencia más peligrosa que antes. Los usuarios de motos y coches también tienen sus críticas, pero en menor medida. Además, más del 65% de los encuestados consideran que caminar por la calle o utilizar el transporte público por la noche o al anochecer es ahora más inseguro que hace cuatro años.

Curiosamente, los usuarios de coches y motos son los menos propensos a quejarse sobre la seguridad, pero al mismo tiempo son los más críticos cuando se trata de la congestión en las carreteras. Según la encuesta realizada por el RACC, el 80% de los encuestados cree que la fluidez del tráfico ha empeorado en las zonas urbanas, mientras que este porcentaje disminuye al 61% cuando se habla de las rondas, que paradójicamente ya han superado los niveles de tráfico anteriores a la pandemia. Sin embargo, las cifras aún no se han recuperado en el interior de la ciudad, donde la situación sigue siendo preocupante en comparación con el año 2019.

En cuanto a las perspectivas para el futuro, tampoco son muy alentadoras. El 65% de los ciudadanos cree que la congestión empeorará en los próximos cuatro años. Los usuarios de vehículos contaminantes son los más escépticos sobre este tema a largo plazo, mientras que más de la mitad de los que utilizan patinetes creen que la situación mejorará.