El Espanyol tiene al lateral izquierda en casa

Roger Hinojo (Cabrianes, 2005) debutó el pasado domingo con el Espanyol, disputando en el Villarreal los últimos 8 minutos de partido tras suplir al cansadísimo Carlos Romero. Su progresión en el lateral izquierda es tan buena que va a formar parte de la primera plantilla en la temporada 2025-26, ya que su nivel así lo merece y también la excelente impresión que tienen de él tanto el entrenador, Manolo González, como el director deportivo, Fran Garagarza.

No hay freno posible. Ante la marcha de Brian Oliván por finalizar el contrato y lo complicado que puede ser conseguir la continuidad a préstamo de Carlos Romero, la oportunidad de Hinojo es excelente. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2028, y solo en esa última campaña (27-28) se tiene la obligación firmada de que tenga ficha de la primera plantilla. El lateral del Elche, José Salinas, ha sonado también para reforzar al Espanyol a partir de este próximo verano aunque también apuntan a que Garagarza sondea el mercado de la liga portuguesa en busca de un lateral zurdo. Forma parte de unos de los muchos movimientos que va a tener que realizar Garagarza para confeccionar una plantilla que se va a quedar medio vacía de elementos una vez concluya la presente Liga. Pocos jugadores son los que tienen contrato en vigor más allá del 30 de junio. Otra historia es saber qué pasará con los cedidos (Rubén Sánchez, Javi Hernández...).

Roger tiene pedigrí perico desde que llegó al club en edad benjamín. Y lo hizo desde su casa natal, en Cabrianes, una población del Bages (Barcelona) pero que forma parte del municipio de Sallent... ¿Sallent? Sí, el pueblo de Joan García. Son dos milagros. Y vecinos. Coinciden desde hace años  y que mantienen una gran relación. Roger vive a escasos 250 metros de la Ciudad Deportiva Dani Jarque. Comparte piso con Jan Moreno, uno de sus compañeros en el Espanyol B. Estudia Administración y Dirección de Empresas y tiene muy claro que la vida le va a llevar al éxito, ya sea con las botas de fútbol puestas o sin ellas. La suerte que va a tener Roger es que se ha topado con un entrenador al que no le va a temblar el pulso en el caso de que eche la puerta abajo del primer equipo.