Localizados dos fragmentos de un meteorito que cayó en Terrassa en 1704

En la tarde del 25 de diciembre de 1704 un meteorito cayó en Terrassa (Barcelona). El evento fue presenciado en un área de varios cientos de kilómetros y lo registraron numerosas fuentes históricas.

De hecho, fue interpretado como un signo divino y utilizado con fines de propaganda durante la guerra de Sucesión española. Pero se creía que ningún resto del conocido como meteorito de Barcelona había sido conservado. Hasta hoy.

“no pasa de ser una curiosidad, aunque tiene cierta importancia. Es una condrita, una condrita es uno de los meteoritos más comunes que tenemos y aportan más bien poco” nos dice Antonio Bernal, astrónomo del observatorio Fabra de Barcelona, “Lo que sí tienen estos restos es que son de los más antiguos que se conservan. Cayó en 1704 en Terrassa, se supo que se recogieron fragmentos pero ahí quedó la cosa” explica Antonio.

Era una época políticamente muy convulsa, la guerra de sucesión española, y a estos hecho no se les daba mucha publicidad, aunque su avistamiento fuese utilizado como señal divina.

Hace 20 años encontraron unos documentos en Girona, unos documentos legales que explicaban todo el fenómeno, su avistamiento, como había caído y algunas explicaciones “científicas” de la época. “Pero no se sabía que se habían conservado fragmentos” dice Antonio.

Los fragmentos pertenecían a la colección de la familia Salvador, una familia de boticarios barceloneses que poseía la colección más importante de curiosidades e historia natural del momento. Parte de esta colección se halla preservada en el Instituto Botánico de Barcelona y allí es donde se han encontrado estos fragmentos “excepcionalmente bien conservados”.

“Parece ser que los fragmentos fueron recogidos muy pronto porque están poco contaminados con materiales terrestres” explica el astrónomo “Un meteorito nos dice sobre la historia lo que nos podría decir un fósil, ese es el interés científico de estos objetos espaciales, darnos pistas o explicaciones de por qué nuestro sistema Solar es como es” concluye el astrónomo Antonio Bernal.