CURIOSIDADES

¿Conoces el curioso origen de la expresión ‘Leer la cartilla’?

Alfred López es divulgador científico y cada lunes nos explica tres curiosidades en La Linterna Catalunya.

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¿Conoces el curioso origen de la expresión ‘Leer la cartilla’?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Si te gustan las curiosidades los libros de Alfred López, toda la saga de "ya está el listo que todo lo sabe" y "eso no estaba en mi libro de historia de la política", son imprescindibles para saciar tu apetito sobre el tema.

Cada Lunes nos explica tres de estas curiosidades en La Linterna Catalunya, habitualmente en estudio, hoy, confinado telefonicamente.

-¿De dónde surge decir que alguien es ‘de medio pelo’ para indicar que es de poca importancia?

Utilizamos la frase ‘de medio pelo’ para referirnos a alguien (o algo) que es de poca importancia, tiene poco mérito y quiere aparentar más de lo que realmente es.

El origen de la expresión lo encontramos en Hispanoamérica, donde es un modismo que se utiliza con mucha frecuencia, y que se data hacia mediados del siglo XVIII. En aquella época muchos eran los indianos (personas que habían ido al continente americano a hacer fortuna) y los criollos (aquellos que nacieron en América y eran descendientes de los colonos pioneros) que tras hacer fortuna encargaban hacerse unos sombreros que estaban confeccionados con pelo de castor.

Había dos tipos de sombreros, el llamado de pelo centro, mucho más caro y de mejor calidad, y el de medio pelo, más barato y simple.

Muchas eran las personas que querían aparentar una buena posición social y económica y sin embargo portaban un sombrero más rústico y de medio pelo. Por eso comenzó a utilizarse este término para señalar la condición de clase baja a la que pertenecía, aunque quisieran aparentar más de lo que eran y tenían en realidad.

Hoy en día se utiliza para describir cualquier cosa o persona de poca importancia, valor o mérito.

-¿Sabías que Mark Twain fue el primer autor en presentar a su editor un libro escrito a máquina?

El libro Vida en el Misisipi de Mark Twain está considerado como la primera obra presentada por un autor a su editor escrita íntegramente en una máquina de escribir. El libro fue enviado en 1883 y hasta esa fecha no hay constancia de que ningún otro escritor lo hubiera hecho antes.

Hasta entonces era costumbre presentarlo escrito de puño y letra, de ahí que se llame manuscrito [del latín ‘manu scriptum’: escrito a mano], un término que hoy en día se utiliza aunque la inmensa mayoría de autores ya no lo presenten de ese modo.

Mark Twain había adquirido una máquina de escribir Remington Sholes & Glidden en 1874 y pagó por ella la friolera de 125 dólares de la época. Al año siguiente el autor envió una carta a la compañía Remington para decirles que la máquina corrompía su moral y jurando no volver a utilizarla nunca más.

Por lo visto fue un calentón momentáneo, ya que ocho años después presentó Vida en el Misisipi íntegramente escrita a máquina.

-El curioso origen de la expresión ‘Leer la cartilla’

Se conoce como ‘leer la cartilla’ (e incluso también se conoce la expresión como ‘cantarle a uno la cartilla’) al acto de reprender a alguien y advirtiéndole sobre lo que debe hacer en algún asunto, normalmente porque ha hecho algo incorrecto o se ha saltado alguna norma.

Al contrario de lo que muchas personas piensan, la cartilla a la que se refiere la expresión no es el cuaderno con el que los niños aprenden a leer y escribir ni tampoco se refiere a la libreta bancaria en el que se anota el saldo de una cuenta de ahorro, sino a un tratado en el que venían impresas las normas de comportamiento y obligaciones de un cuerpo militar.

El hecho de leerle la cartilla a alguien era específicamente recordarle cuáles eran las normas del cuerpo y/o cuartel debido a que las habría incumplido por algún motivo.

Algunas fuentes indican que dicha locución comenzó utilizándose en la Guardia Civil, debido a que su fundador (duque de Ahumada) encargó en 1844 elaborar un reglamento militar que inculcase a los futuros guardias los valores del cuerpo y al que se llamó ‘cartilla’, pero existe constancia de escritos en los que ya se mencionaba dicha expresión dos siglos antes de crearse el cuerpo de la Benemérita, entre ellos en la obra del año 1624 ‘El donado hablador: Vida y aventuras de Alonso, mozo de muchos amos’ una novela picaresca escrita por Jerónimo de Alcalá Yáñez y Ribera:

[…] nos fuimos los dos a la posada, y en el camino me leyó la cartilla de lo que había de hacer […]