CURIOSIDADES

¿De dónde proviene la expresión ‘Ser un bolonio’?

Hoy en día tenemos expresiones que la sustituyen como, por ejemplo, "ser un cuñao".

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cada lunes Alfred López, autor de la saga de libros de curiosidades "ya está el listo que todo lo sabe", nos hace un poco más sabios.

Hoy media docena de expresiones viejunas que posiblemente nunca has escuchado (y que antiguamente fueron muy famosas)

Un gran número de expresiones y términos que utilizamos coloquialmente hoy en día son heredadas del lenguaje y forma de hablar de nuestros antepasados. De hecho, muchas de ellas se han ido transmitiendo por vía oral de una generación a otra hasta llegar a nosotros, teniendo centenares de años de antigüedad.

Sin embargo otras se han quedado por el camino y aunque antiguamente estuvieron en boca de muchísimas personas las nuevas generaciones no las han adoptado y jamás las han escuchado decir.

Alfred López nos trae media docena de las que ha recopilado e incluido en su último libro 'El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros'

‘Echar la soga tras el caldero’

Se utilizaba para señalar a un individuo a quien le había salido alguna cosa mal (a causa de una acción equivocada o simple mala suerte) y acababa renunciando a conseguir el propósito, abandonándolo y/o dejando perder lo que ya había conseguido.

‘Asentar los reales’

Significaba literalmente ‘acampar un ejército’ y se refería al lugar exacto en donde se levantaban las tiendas de campaña militar en la que se guarecían los altos mandos (como los generales e incluso el propio rey). Se usaba para indicar el punto en el que alguien iba a instalarse a vivir provisionalmente durante un tiempo.

‘Ser un bolonio’

Expresión que durante largo tiempo fue utilizada para referirse a aquella persona que se las daba de ilustrada y sabia y que por el contrario no dejaba de ser un ignorante presuntuoso.

‘Dormir bajo el ángel’

Antiguamente fue ampliamente utilizada para referirse a aquel que debía pasar la noche en el cuartelillo (o una temporada en la cárcel) tras haber sido detenido. Hacía referencia a la estatua que representaba al Arcángel Miguel que coronaba el edificio que albergaba la cárcel de la Corte junto a la Plaza Mayor de Madrid durante el reinado de Felipe IV.

‘Ser como la burra de Balaam’

Se utilizaba para referirse a una persona que aparentemente no era demasiado lista o no destacaba por su inteligencia y que, inesperadamente, daba un consejo con la solución que resolvía algún problema. Proviene de una parábola del Antiguo Testamento, concretamente en ‘El libro de los números’ (22-24).

‘Rascarse la faltriquera’

Significaba literalmente ‘tener que pagar algo de mala gana’. Se conocía como faltriquera al bolsillo de las prendas de vestir, pero también se usaba este término para llamar así al rudimentario bolso de tela (e incluso un simple paño) en el que se guardaba y/o envolvía el dinero.