Aragonès pide que las competencias del Aeropuerto, Puerto y Consorcio de Zona Franca las asuma la Generalitat

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha solicitado hoy que se traspasen a la Generalitat las competencias del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, del Puerto de Barcelona y del Consorcio de la Zona Franca.

En el discurso inaugural de la Reunión Anual del Círculo de Economía, que se celebra en el Hotel W de Barcelona, ha defendido que estas tres infraestructuras son elementos clave para impulsar una "gobernanza metropolitana" que permita al área metropolitana de Barcelona competir globalmente.

Aragonès ha defendido la necesidad de que haya una "gestión de proximidad" de estas infraestructuras, por lo que ha reclamado traspasar a la Generalitat el Aeropuerto, el Puerto y el Consorcio de la Zona Franca para gestionarlas de forma compartida con el territorio.

Concretamente, al ser preguntado por la ampliación del Aeropuerto, ha asegurado que "no hay nadie en contra, sino un clamor a favor" de las conexiones desde el punto de vista intercontinental", pero ha advertido de que esa ampliación puede colisionar con la protección de la biodiversidad del entorno de la infraestructura.

Ha reconocido que queda trabajo por hacer en la mesa técnica y ha subrayado que la decisión final "no será del Govern de Cataluña" y que tiene que pasar por el Ministerio de Transición Ecológica y la Comisión Europea.

El jefe del Ejecutivo catalán ha reiterado que la salida de la crisis provocada por la pandemia no puede hacerse recortando salarios, sino con una mayor redistribución y con políticas públicas para acabar con la precariedad económica.

Así, ha situado como una de las prioridades afrontar el problema de la vivienda, sobre el que ha dicho que la Generalitat tiene "deudas pendientes", pero ha cargado contra el Gobierno central por el recurso que ha presentado ante el Tribunal Constitucional (TC) contra la Ley catalana de regulación del alquiler.

Para Aragonès, hay que lograr un "nuevo contrato social" que amplíe la concepción clásica del estado del bienestar que vaya más allá de la salud, la educación y las pensiones, incorporando la vivienda, la garantía de los suministros básicos, la conectividad digital y una estructura de ingresos mínimos a través de medidas como el estudio de una renta básica universal.

Ha advertido de que todo esto cuesta recursos y por eso ha reclamado aprovechar los fondos europeos y avanzar en una "fiscalidad mejor", ya que considera que Cataluña no puede competir siendo un paraíso fiscal, y ha celebrado que se esté intentando armonizar figuras fiscales a nivel europeo como el impuesto de sociedades.