La banca ética tiene una gran solidez en un momento de apuesta por la sostenibilidad

El sector está creciendo cada año más, no solo en toda Europa, sino también en España. Es una de las conclusiones del sexto informe sobre Finanzas Éticas en Europa, que se ha presentado este jueves en Barcelona. Y todo ello en un contexto en el que se presta mucha atención a la “sostenibilidad”, y en el que las finanzas éticas y la economía social “ayudan a contribuir a transformar la sociedad y afrontar los retos de desarrollo sostenible”.

Esta es una de las conclusiones del estudio, según ha explicado a COPE Jordi Ibáñez, uno de sus autores y presidente de la Fundación Finanzas Éticas, que también ha destacado que desde este sector se ofrecen dos cuestiones fundamentales como valor añadido: la búsqueda de impacto, no en productos específicos de la banca convencional, sino en toda la actividad financiera.

Por otro lado, ha puesto en valor que los bancos éticos están en manos de la ciudadanía, y son “los ciudadanos los que acaban imponiendo los criterios para sus inversiones”.

Y todo ello, desde una posición de solidez. El informe refleja que las entidades del ámbito de las finanzas éticas ofrecen datos “muy buenos” tanto en activos, como en pasivos. Y no solo eso, en los últimos años han presentado buenos índices de solvencia patrimonial y financiera, y, además, una estabilidad constante.

También se destaca la actividad crediticia, que en los bancos éticos se centra más “en actividades bancarias tradicionales, principalmente el crédito, que representó el 65,4% de sus activos en 2021, en comparación con el 50,8% de activos de los bancos convencionales, que prefieren actividades financieras como inversiones o comercialización de fondos y valores”.

Otra de las cuestiones que recoge el informe son los criterios de exclusión, como es el caso, por ejemplo, a la hora de financiar armas. El conflicto en Ucrania en 2022 ha llevado a un aumento en el gasto militar global. Según datos del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) este gasto ha aumentado un 3,7%, alcanzando la cifra récord de más de 3.100 millardos de euros.

El gasto militar europeo aumentó un 13%. Pero el sector de las finanzas éticas ha dejado claro que "no tienen ninguna exposición material a la industria armamentística, y la mayoría de ellos (73 %) han adoptado políticas explícitas para excluir cualquier tipo de armas de sus préstamos e inversiones".

Por lo demás, en el informe se hacen varias peticiones a la UE. Una de ellas hace referencia al medio ambiente para que “El enfoque en «cero emisiones netas» podría impulsar cambios legislativos”, que, además, tengan un impacto real.

Con relación al ámbito social, piden “introducir un ‘factor de apoyo social’ para impulsar el crecimiento del sector de la economía social, las microfinanzas y la inclusión financiera. Esto se alinea con los objetivos de la UE y no impone costos a los Estados, considerando los retos asociados con la deuda pública”.

Y en cuento a la gobernanza y la transparencia, apuestan por “abordar la evasión fiscal y luchar contra los paraísos fiscales, que siguen prosperando a pesar de estar en la agenda de la UE”.

Consideran que la normativa se queda “corta” contra la opacidad. Pero además, piden a las instituciones europeas que se reconozca más al sector: “las finanzas éticas europeas han demostrado sus puntos fuertes en múltiples aspectos, lo que justifica su reconocimiento. Fomentar su desarrollo debería ser una prioridad para los reguladores, evitando los obstáculos”.