La gran helada de abril: fincas con el 100% de pérdidas en Lleida

Era el peor día, en el peor momento posible, porque los árboles ya no pueden proteger a sus pequeños frutos ante una helada devastadora. La floración, visitada turísticamente por su belleza por miles de personas, deja paso a los frutos y estos quedan expuestos. Los agricultores solo tienen 2 medidas protectoras: botes de parafina que se encienden para calentar a los árboles, y riego por aspersión que origina una como una película en la flor del fruto que lo mantiene a cero grados e impide que baje más de temperatura y que el fruto se queme.

Esta helada es histórica por dos motivos; las extremas temperaturas y su duración. En localidades como Albesa o Torrelameu la helada se mantuvo durante 10 horas, la nunca visto, y con temperaturas de -6 grados. Francesc Torres, agricultor de Torrelameu relata "llevo dos noches sin dormir. Me avisa el control antiheladas y al campo para activar los sistemas. En el día, hay que revisar el gasóleo, la finca, es un no parar". Torres está a la espera de conocer el daño real de la helada, pero señala "en las zonas sin los sistemas de protección, el daño va a ser muy grande".

Jordi Vidal, es agricultor de Aitona (Segrià) y cifra que tiene fincas con pérdidas entre el 80% y el 100% "son las fincas más bajas y más expuestas. Son momentos duros y tristes, sabemos que existe el riesgo, pero no esperas una cosa así". Las variedades más afectadas son el albaricoque, paraguayo, nectarina, melocotón y en menor medida manzana y pera que estaban en flor.

Los sindicatos agrarios piden celeridad en los peritajes de daños y ayuda política de apoyo del Gobierno Central y la Generalitat, vía Agroseguro. Avisan que la pérdida de producción afectara a toda la cadena agrícola, menos puestos de trabajo para recolectar en verano y dificultades para las cooperativas, con gastos fijos y menor capacidad de kilos de fruta desaparecida de los árboles por la helada de abril.