"Imposible, me ayuda mi hijo"; los precios disparados castigan a los pensionistas para llegar a final de mes
Malestar ciudadano por la escalada de precios y críticas al Gobierno por la falta de planificación para evitar esta situación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En el día que se ha conocido en dato de la inflación récord en España, un IPC del 9,8% en marzo no visto desde 1985, el malestar ciudadano se concentra en la salida de los mercados y tiendas de alimentación. La compra diaria, la necesaria, sin lujos alimentarios, ya provoca una factura disparada. Llenar el carro, nunca ha sido tan caro "entre 5 a 10 euros más para llenar el carro, y no llevo ni pescado ni carne. Cuatro cosas y aceite, que también ha subido, no sé donde iremos a parar" exclama Carmen. En la salida del súper, conversa con su amiga Isabel, esta con la bolsa en la mano, se muestra crítica con Pedro Sánchez "le daría mi sueldo al presidente, haber como se arregla. Que se preocupe por los problemas de España, todo está muy caro".
El pan, las legumbres, el aceite, las pastas, un largo inventario de subidas en algunos casos superiores al 10%. Pilar era gráfica "acabo de comprar una docena de huevos. Costaba 1,80 euros y hoy estaban a 2, 10 euros y así con todo. Estoy muy cansada después de 2 años de pandemia y ahora esto. Mis hijos me ayudan a llegar a final de mes, porque yo ahora no llego" denuncia a la salida de la tienda de comestibles.
Una salida que ha cambiado los hábitos. Ahora es muy usual, ver a clientes inspeccionar la factura final. Quizá buscan un error por el precio que acaban de pagar, pero no hay equivocación, es la suma final con los precios disparados en todos los productos que lastran la capacidad adquisitiva del comprador.