JUICIO A DANI ALVES
El juicio a Dani Alves por agresión sexual será los días 5, 6 y 7 de febrero
La fiscalía pide 9 años de prisión y la acusación particular, 12 después de que el futbolista haya tenido tres abogados y tres versiones diferentes
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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El juicio al futbolista Dani Alves por agresión sexual a una mujer en una discoteca de la capital catalana será los días 5, 6 y 7 de febrero a las 10 horas, según ha comunicado la sección 21 de la Audiencia de Barcelona.
La joven que denunció Alves pide para él 12 años de prisión, además de 150.000 euros de indemnización. La fiscalía, por su parte, le reclama nueve años de prisión.
Los hechos ocurrieron el 30 de diciembre de 2022
Los hechos tuvieron lugar la noche del 30 de diciembre del 2022 al lavabo de un
. Alves está en prisión preventiva desde el 20 de enero pasado, después de que el juzgado y la Audiencia de Barcelona le hayan denegado la libertad diversas veces, y ha cambiado dos veces de abogado.
El exdefensa azulgrana ha cambiado tres veces de versión, negando al principio que conociera la chica, después de que el sexo fue instigado por ella, que le habría hecho una felación mientras él defecaba al váter, y finalmente que fue una penetración vaginal consentida por los dos.
Ninguna de las versiones de Alves no le han servido para salir de la prisión, ni tampoco sus esfuerzos para demostrar el arraigo en Cataluña que minimizaría el riesgo de fuga.
Una negociación sin frutos
En los últimos meses, la defensa ha intentado negociar un pacto en conformidad con la fiscalía y la acusación particular, pero de momento no ha funcionado. Ahora la defensa tiene que presentar su escrito y el juicio está previsto que se celebre a la Audiencia de Barcelona a principios del 2024.
El futbolista brasileño fue denunciado por agresión sexual por una chica de 23 años que lo acusó de haberla violado en el lavabo de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 al 31 de diciembre pasado.
Según la fiscalía y la versión mantenida desde el primer momento por la chica, el astro brasileño y un amigo las invitó a ella, su prima y una amiga a subir al reservado donde estaban bailando la madrugada del 30 al 31 de diciembre.
Inicialmente, se negaron, pero después de insistir, las chicas acabaron subiendo a la zona hacia las 3.20 horas. Estuvieron bailando los cinco y Alves se habría fijado mucho en la chica, a quien se acercaba para bailar y abrazarla. En dos momentos determinados, él se puso detrás de la joven, le cogió la mano y la acercó a la zona del pene. Pero la chica apartó la mano rápidamente.
Hacia las 3.42 horas, Alves fue hacia la puerta que daba acceso a la denominada ‘suite’, un pasillo que da acceso a un pequeño lavabo y una habitación con sofá.
Entró, y dos minutos después sacó la cabeza por la puerta e indicó a la chica que fuera hasta allá. La chica, después de la insistencia de Alves, fue y el futbolista cerró la puerta.
Una vez los dos allá, Alves la introdujo al lavabo y también cerró la puerta detrás de él. Una vez dentro, la joven se sorprendió de encontrarse en un lavabo diminuto y quiso salir, pero Alves se negó y empezó a tocarla afanosamente.
Alves se sentó sobre la tapa del váter, cogió la chica fuerte por la cintura y la obligó a sentarse encima. Le levantó el traje y, ante la negativa de la chica, él mantuvo una actitud “despectiva” hacia ella.
El futbolista se bajó los pantalones, estiró con fuerza el pelo de la chica, la hizo caer al suelo de rodillas e intentó obligarla a hacerle una felación. La chica se resistió y Alves le dio varias bofetadas a la cara mientras le exigía varias veces que le dijera: “Soy tu putita”.
La chica pidió irse varias veces, pero Alves no se lo permitió. La chica, ante la imposibilidad de salir de aquel espacio tan pequeño y la actitud violenta del futbolista, se sintió “impresionada y sin capacidad de reacción” y sintió que le faltaba el aire por la situación “de angustia y terror” que estaba viviendo.
Alves la levantó del suelo, la puso de espaldas a él y le tocó todo el cuerpo. Le intentó hacer sexo oral, pero la víctima se opuso. Finalmente, inclinó la joven hacia el váter y la penetró vaginalmente sin preservativo.
Hacia las 4.00 de la madrugada, Alves salió del lavabo y dejó la víctima allá. Se dirigió a su mesa del reservado, cogió una copa y fue hacia otra mesa. Pocos segundos después salió la chica, se dirigió a su prima y le pidió irse de allí. Salieron sin despedirse de Alves, pero sí del amigo de este.
Al marchar, se echó a llorar en pasillo de salida, explicó los hechos a su prima y el personal de la discoteca activó inmediatamente el protocolo contra agresiones sexuales. A las 4.06 Alves y su amigo salieron rápidamente de la discoteca, se cruzaron con las chicas, pero no les dijeron nada.
La evaluación forense
Según los forenses, la chica sufrió lesiones leves en la rodilla derecha y actualmente todavía tiene un trastorno por estrés postraumático de nivel elevado, y sigue tratamiento psicológico.
La versión de la chica se ha visto corroborada periféricamente por varias cámaras de seguridad, testigos, huellas dactilares de ella en el lavabo, ADN de él en la ropa y vagina de ella y lesiones que ella sufrió compatibles con su relato.
La fiscalía también le pide 150.000 euros de indemnización para la víctima, que inicialmente renunció a la indemnización, pero después se lo ha repensado, diez años de prohibición de aproximación y comunicación y diez años más de libertad vigilada.