Omella, ve curioso que la ley del aborto salga en plena crisis política: "Puede ser para desviar la atención"
El presidente de la Conferencia Episcopal ve una "barbaridad" que menores de 16 años no necesiten el permiso de los padres
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, ha considerado "curioso" que el gobierno español impulse ahora la ley del aborto, en un momento de "crisis" política.
"Quizás es para desviar la atención otros temas que son importantes", ha dicho en una conferencia en Madrid. Ha añadido que esto es "utilizar temas morales por temas políticos" y ha alertado que esta mezcla no es buena.
Además, ha considerado una "barbaridad" que jóvenes de 16 años puedan abortar sin el permiso de sus progenitores. Omella ha dicho que la gran proclama que hace la Iglesia es "la defensa de la vida en todos sus estadios" y ha dicho que si se ayuda a abortar, también se ayude a las madres que no quieren abortar y a los profesionales que quieren hacer objeción de conciencia.
El también cardenal arzobispo de Barcelona ha lamentado que se ha "politizado" el tema del aborto y ha considerado "muy grave" que se haya extraído el asunto del debate social y de especialistas. Ha añadido que son temas que se tienen que tratar "con mucho cuidado".
Omella ha defendido que desde el momento de la concepción ya existe un ser humano y que es a este ser humano al que hay que proteger. En este sentido, ha dicho que la legislación tiene que ir en el camino del "respeto" a la sociedad, las personas y los profesionales.
SIN DENUNCIAS DE ABUSOS ACTUALES
Por otro lado, ha explicado que no tienen denuncias actuales por casos de abusos a menores a la Iglesia y que las últimas son de hace aproximadamente un año y medio. Omella cree que esto es el resultado del "muro de contención" que se ha puesto gracias a los protocolos establecidos. "Ya uno se palpa la ropa si tiene la tentación", ha manifestado.
En todo caso, ha garantizado la colaboración de la Iglesia en las investigaciones impulsadas por el Defensor del Pueblo y la encargada por ellos a un bufete de abogados sobre los casos de pederastia. Omella ha dicho que este no es un problema que solo afecte la Iglesia, sino que afecta toda la sociedad y ha esperado que sea en todos los ámbitos que se pongan protocolos como ha hecho la Iglesia.
El cardenal ha expresado que están "absolutamente dolidos y avergonzados" por los casos que se han producido en el mundo eclesiástico, a pesar de que ha considerado que son un número "muy pequeño".
Sobre las inmatriculaciones, ha explicado que en Cataluña solo tienen una denuncia por una propiedad, la iglesia de Maians, y ha dicho que tendrá que ser la justicia la que decida. En todo caso, el presidente de la Conferencia ha asegurado que ellos no quieren quedarse nada que no se los pertenezca.
Omella ha criticado también que la carencia de pacto social en la ley de educación estatal y ha defendido la tarea que hace la escuela concertada.
PANCARTAS INDEPENDENTISTAS EN LA IGLESIA
Por último, Omella ha dicho que hay que tener "paciencia" para conseguir la retirada de pancartas a favor de la independencia en iglesias y campanarios de Cataluña. Ha dicho que los arzobispos no entran en temas políticos y que ya han dicho anteriormente que si el pueblo escogiera la independencia, continuarían en Cataluña con su misión de anunciar el evangelio. Ha defendido que el cura "no puede tomar partido" sino que tiene que respetar todas las opciones políticas.
Ha señalado que "la casa de Dios debe ser inclusiva" con sus fieles, algunos de los cuales tienen ideas independentistas y otros no. "Son opciones políticas de cada uno que debemos de respetar", ha insistido.
Además, ha explicado que es "difícil" quitar estos símbolos porque los campanarios "normalmente en los pueblos" son responsabilidad del Ayuntamiento, que es, según ha apuntado, quien "paga" y "cuida", tanto el reloj como la torre; y también porque "desgraciadamente o no tan desgraciadamente los curas tienen también sus ideas políticas".
"Ya nos gustaría que no fuese así", ha reconocido en su intervención. A su juicio, el cura debe estar "por encima" de estas cuestiones y no militar en sus ideas "públicamente", puesto que es "un instrumento de comunión".
Como ejemplo, Omella ha puesto algunas parroquias de su diócesis que, según ha explicado, han exhibido "tiempos y tiempos" simbología independentista y a las que se les ha pedido que la retiren y, aun así, "pasan meses", hasta que lo hacen. "Hay que tener una gran paciencia", ha concluido.