Lugares de verdad que parecen de mentira

TIRA MILLES | 01 DIC 2024 | 10:00H

Dirige este espacio Sergio Parra, escritor, divulgador científico y una persona curiosa que viaje fijándose en todo.

Redacción COPE Cataluña

Barcelona - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

El mundo es tan grande y está tan lleno de maravillas inexploradas 

desconocidas que parecen de mentira o sacadas de algún libro de ficción.

Pero la ficción no es un pálido reflejo de la realidad. Solo hay que saber

mirar, tener curiosidad o fijarse en todas esas cosas que no suelen recoger

las guías turísticas convencionales. Con esta filosofía, no hace falta

viajar a la otra punta del mundo para descubrir algo maravilloso: basta con

      
             
      

ir a por un cartón de leche a la tienda de la esquina para regresar con una

buena historia que contar.

Acompañados del cicerone (y un poco friki) Sergio Parra, viajaremos así por

      
             
      

los lugares más curiosos del planeta, algunos muy lejanos, otros aquí al

lado, pero todos fantásticos, extraños, inverosímiles, propios de una

novela de fantasía. Lugares como una calle de Londres que declaró la

      

independencia del Reino Unido, una urbanización oculta en la décima planta

de un edificio, una tienda donde solo se pueden comprar patitos de goma,

una provincia turca quiere que sus fronteras tengan la forma del logotipo

de Batman, un hotel que te garantiza que está libre de gérmenes u otro

donde una mitad de la cama está en un país y la otra mitad en otro

diferente, un lago que existe gracias a una explosión nuclear, un pueblo

donde la gente se llama Adolfo Hitler, Lincoln Stalin o Burger King, o

incluso una localidad cuyo nombre contiene el mayor número de signos de

exclamaciones (spoiler: es el municipio canadiense de

Saint-Louis-du-Ha!-Ha!)

Autor del libro Lugares de verdad que parecen de mentira, Sergio es

divulgador científico, editor de contenidos digitales y curioso en el mejor

sentido de la palabra (y a veces también en el peor). Además, como él mismo

dice, siempre se siente atraído por lo muy grande, lo muy pequeño o... lo

que tenga lucecitas de Navidad. ¡Vente de viaje con él!

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