Así es el contrato para hacer un buen uso de los móviles: “Un compromiso entre padres e hijos”

La Diputación de Barcelona, a través del Centre SPOTT, ha puesto a disposición de las familias un modelo de contrato para que padres e hijos se comprometan a hacer un buen uso del teléfono móvil.

Con el objetivo de reducir tanto el tiempo en pantalla como la conflictividad familiar en torno al uso de los dispositivos electrónicos.

Las cláusulas del contrato

El contrato, que está disponible a través de Internet, detalla las cláusulas que tanto adultos como menores deben seguir.

Los adultos no podrán llamar de forma constante a los jóvenes, solamente lo harán cuando sea necesario.

Los padres deberán ser un ejemplo en el uso de la tecnología, deberán confiar en que sus hijos harán un uso responsable y, en ningún caso, espiarlos a escondidas.

Por su parte, los hijos deberán dejar los teléfonos móviles fuera de la habitación a la hora de dormir, no podrán entrar en páginas porno ni de apuestas, tampoco podrán realizar compras online, ni hacer uso de él a la hora de comer.

Además, los jóvenes tendrán un horario y un tiempo limitado para utilizar el móvil.

“Hace falta pactar unas normas que queden reflejadas y firmadas en el contrato. Si no se cumplen, tendrá consecuencias”, explica Maribel Serra, psicóloga clínica y jefa de la subsección de proyectos y programas en el Centro SPOTT.

El Centre SPOTT ofrece un servicio gratuito de atención a adolescentes y jóvenes y sus familias de la provincia de Barcelona y desde 2016 ha atendido a 216 usuarios y en 2023 los adictos a las pantallas crecieron un 15%.

El 82% de los niños tienen un móvil a los doce años

El Centre SPOTT ha observado un incremento del 15% en casos de adicción en 2023 comparado con 2022, mayormente entre chicos de 15 años con abuso de videojuegos y chicas con uso problemático de redes sociales.

Tres de cada cuatro menores atendidos presentaban problemas de rendimiento escolar y trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión, TDAH, TEA, o TOC.

Una encuesta de Adolescencia Libre de Móviles (ALM) con 23,000 familias catalanas reveló que la mayoría estaría dispuesta a pactar la edad de acceso al móvil, siendo 16 años la edad óptima para el 62% de las familias de primaria.

En secundaria, el 82% de los niños ya tienen móvil a los 12 años o antes, probablemente por presión social.

Los motivos principales para dar un móvil son la seguridad y la presión social. Además, cuatro de cada diez padres desconocen alternativas al móvil, como relojes que solo permiten llamadas. Aunque el acceso a redes sociales está prohibido antes de los 14 años, más de la mitad de los menores tienen cuentas a los 12 años o antes.

La iniciativa del Centre SPOTT busca concienciar sobre el uso responsable de la tecnología, promoviendo un entorno seguro y saludable para los jóvenes en el uso de las tecnologías.