Así son las "Vacaciones Amigas" para 150 personas mayores

En Catalunya, aproximadamente el 40% de las personas mayores de 70 años viven solas. Es una tendencia creciente y, en muchas ocasiones, se trata de una soledad no deseada y que se hace más evidente en esta época de verano en que la mayoría se va de vacaciones y las ciudades se vacían.

Afortunadamente existen iniciativas como la que ha puesto en marcha, un año más, la asociación Amics de la Gent Gran y que permite que estas personas mayores también puedan disfrutar de unas vacaciones.

Albert Quiles és director de Amics de la Gent Gran, y en una entrevista en La Linterna de Cope Catalunya i Andorra, ha explicado que esta iniciativa surgió el año en que se creó la Fundación Amics de la Gent Gran, en 1987, por lo tanto ya son 37 los veranos en que se vienen organizando estas vacaciones, a excepción del tiempo que duró la pandemia de covid.

"Las Vacaciones Amigas permiten a las personas mayores que participan disfrutar de unos días fuera de casa con amigos y con las personas voluntarias que hacen posible la iniciativa", apunta Quiles.

Se organizan 5 turnos durante el mes de julio. Las estancias de hacen una una casa de colonias de Calaf, donde se programan actividades físicas adaptadas, excursiones o talleres que ayudan a convertir estas salidas en una experiencia de diversión compartida.

Los voluntarios, pieza clave del proyecto

No habría "Vacaciones Amigas" sin la figura de los voluntarios. Este verano participan entre 75 y 80 personas voluntarias, que son absolutamente imprescindibles.

Cualquier persona que esté interesada puede acercarse a la Fundación y apuntarse para participar el resto del año, en tareas de acompañamiento a las personas mayores, o ya de cara a las vacaciones del próximo verano. Quienes estén interesados pueden ponerse en contacto con la Fundación en el teléfono 93 207 67 73.

"Estas vacaciones nos da fuerzas para el resto del año"

El balance de estos más de 30 años de "Vacaciones Amigas" es muy positivo. Las personas que participan reconocen que "les da fuerzas para el resto del año", explica Quiles. Además suelen coincidir las mismas personas un verano y otro y eso genera un vínculo que mantienen a partir de ese momento.

"Los vínculos que genera la convivencia de estas vacaciones tienen muchos beneficios a nivel psicológico, emocional y también en la parte física", dice. Todo esto redunda en un mayor bienestar, en que se sientan mejor incluso a la hora de afrontar enfermedades o situaciones de dificutad.