Càritas Barcelona alerta de una pobreza más compleja y de la falta de recursos para atenderla
El 74 % de las personas atendidas no tienen una vivienda digna

Miriam Feu, responsable de análisis social de Càritas Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona y Eduard Sala, director de Càritas Barcelona, en la presentación de la memoria anual del año 2024.
Barcelona - Publicado el
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Las situaciones de vulnerabilidad en el entorno de Càritas Barcelona se agravan y superan la capacidad de respuesta de la entidad. Así lo ha advertido su director, Eduard Sala, durante la presentación de la memoria anual de 2024. Sala denuncia que las personas atendidas necesitan “mucho más apoyo del que podemos dar” y reclama políticas públicas estables para combatir la pobreza de forma estructural.
Más hogares atendidos por primera vez
Según recoge la memoria, Càritas Barcelona atendió el año pasado a 33.829 hogares. La cifra supone un ligero descenso respecto a 2023, pero destaca un dato clave: el 48 % de estos hogares recibieron apoyo de la entidad por primera vez. Esta tendencia indica, según Sala, un empeoramiento de las condiciones de vida y la aparición de nuevos perfiles en situación de exclusión.
El perfil mayoritario sigue siendo el de personas extranjeras no comunitarias, que representan el 75 % de los usuarios, frente al 23 % de nacionalidad española y un 2 % de ciudadanos comunitarios.
Crece la irregularidad administrativa
Uno de los datos más preocupantes es el aumento de la población en situación administrativa irregular. En 2024, el 56 % de los acompañados no contaban con permiso de residencia. Un cuarto de ellos son menores de edad. La responsable de análisis social de la entidad, Miriam Feu, advierte que esta circunstancia agrava la exclusión social y dificulta la salida de la pobreza.
Es una realidad demasiado grande para ser ignorada. Las personas migrantes no son una amenaza, sino una oportunidad. Aportan más del que reciben y nos acaban beneficiando al conjunto de la sociedad
Director de Càritas Barcelona
La entidad denuncia que estas personas sufren un “doble castigo”: además de carecer de derechos básicos, son objetivo de discursos de odio. La memoria revela que el 95 % de las personas en situación irregular subsisten gracias a la economía sumergida, ya que no pueden acceder a un contrato laboral legal.
Vivienda
El acceso a una vivienda digna sigue siendo el principal problema de los usuarios de Càritas. El 74 % de los atendidos no disponen de un hogar adecuado, dos puntos más que en 2023. La mayoría viven en habitaciones de realquiler (51 %), mientras que solo un 18 % cuenta con un alquiler con contrato y un 8 % posee vivienda propia.
Para afrontar esta emergencia, la organización destinó el año pasado 1,1 millones de euros en ayudas a la vivienda, de los cuales 737.437 euros se emplearon en realquiler. Estas ayudas representan el 61 % del total de la asistencia económica que otorga la entidad.

El director de Càritas Barcelona, Eduard Sala, avisa de situaciones cada vez "más complejas"
Infancia y hogares unipersonales
La memoria detalla también la composición de los hogares atendidos: en el 39 % viven menores de edad, mientras que los hogares unipersonales representan ya el 46 %. Les siguen las familias nucleares con hijos (22 %), monoparentales (17 %), hogares de parientes que comparten vivienda (8 %) y parejas sin hijos (7 %).
Garantizar el empadronamiento
Coincidiendo con la reciente firma del Pacto del Padrón, la organización reclama a todos los ayuntamientos que garanticen este derecho fundamental a quienes residen en sus municipios, independientemente de su situación administrativa. Sala ha recordado que el padrón es clave para acceder a servicios sociales básicos. “Los derechos humanos no son un regalo para nadie”, ha sentenciado.
El cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de Càritas Barcelona, ha apelado a la solidaridad de la ciudadanía y ha exigido a las administraciones “pensar en el bien común por encima de intereses partidistas”. Omella ha alertado sobre la creciente desesperanza entre la juventud y ha pedido “no globalizar la indiferencia”.