HACIENDA
Hacienda: la razón por la que las notificaciones que recibimos son tan difíciles de entender
Su lenguaje complejo y técnico hace muy difícil su comprensión para la ciudadanía
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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Recibir una notificación de la Agencia Tributaria supone para muchos un dolor de cabeza por el complicado lenguaje que emplean. Da igual si es por correo postal, electrónico, un formulario de la web o un documento, que tienes que leer varias veces lo que pone.
La Agencia Tributaria ha puesto en marcha el compromiso establecido en el Plan Estratégico 2020-2023 de avanzar en la simplificación del lenguaje para mejorar la comunicación con el contribuyente, eliminar barreras de comprensión y minimizar con ello las cargas administrativas indirectas de los ciudadanos, facilitando así el cumplimiento voluntario.
(OBSERVA AQUÍ EL PLAN ESTRATÉGICO 20/23 AL DETALLE)
Para ello, la Agencia ha modificado hasta ocho modelos de comunicación y notificación al contribuyente que utilizan distintas áreas de la AEAT en sus documentos más habituales. Estas revisiones, que se irán implementando paulatinamente en los próximos meses, alcanzan a más de 3,7 millones de documentos al año.
¿Por qué utilizan un lenguaje tan complicado?
El lenguaje complejo que emplea Hacienda al enviar documentos se deriva, en gran medida, de la gran necesidad de adherirse a normativas fiscales y legales que son muy técnicas.
Estas normativas exigen una terminología precisa y específica para garantizar la interpretación correcta de las leyes tributarias y prevenir malentendidos que podrían surgir de términos ambiguos.
Es por eso que, la complejidad lingüística sirve como una salvaguarda para la exactitud y la claridad en la comunicación de información fiscal.
Al utilizar un vocabulario técnico, Hacienda busca eliminar cualquier margen de interpretación errónea, asegurando que las disposiciones legales se apliquen de manera inequívoca y sin lugar a confusiones.
No obstante, no hay duda que esta precisión técnica puede resultar ardua para el público en general, que no siempre está familiarizado con la jerga tributaria.
Hacienda quiere simplificar su lenguaje
Menos texto y más corto, en términos más accesibles y en versión más simple, así es cómo Hacienda enviará sus documentos a los ciudadanos.
A modo de ejemplo, la nueva diligencia de embargo de créditos pasa a tener 700 caracteres menos y las caras con contenido efectivo pasan de once a seis. Asimismo, el anexo de la diligencia de embargo de sueldos, salarios y pensiones pasa de tres caras a dos. Y en ambos casos se mejora la secuencia de contestación del contribuyente, los pasos a seguir, para dar respuesta a estas diligencias.
En la primera página de cualquier notificación se incluirá un breve resumen de la información más básica de cada documento.