transporte público
Nuevas tarifas de la T-usual y T-jove en 2024: Cambios y precios desde el 10 de febrero
La ATM mantiene la rebaja del 20% pero no asumirá el 30% estatal.

En Herrera a COPE Catalunya hemos hablado con Daniel PI, portavoz de la asociación para la promoción del transporte público, para valorar la situación en Cataluña
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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Las nuevas tarifas de la ATM de los abonos bonificados T-usual y T-jove entrarán en vigor el 10 de febrero, después de que la derogación del decreto ómnibus y que, por tanto, el Estado deje de aportar el 30% de la subvención que en ningún caso asumirá la ATM.
Hasta esa fecha, la ATM deberá adaptar las máquinas autoventa y actualizar el software con los nuevos precios. Concretamente, la T-usual pasará 22 a 35,2 euros y la T-Joven de 44 a 70,4 euros.
La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) celebra un consejo de administración extraordinario para dar el visto bueno a las nuevas tarifas, que todavía conservarán la bonificación del 20% que aportará el consorcio formado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y otras corporaciones locales.
La reunión del consejo llega después de que la ATM asegurara que los billetes dejarían de incluir el 30% de subvención del Estado cuando el gobierno español hiciera pública la derogación del decreto.
Al día siguiente el BOE publicó que el decreto dejaba de estar en vigor. Al mismo tiempo, se comprometió la bonificación del 20% que le correspondía a la ATM.
Entre la aprobación de las nuevas tarifas y su entrada en vigor pasarán todavía unas semanas por las labores de actualización de los programas de las máquinas autoventas con los nuevos precios.
Es una situación similar a la de hace unos días, cuando el 27 de diciembre se dieron a conocer las nuevas tarifas de todo el transporte público de la ATM, que incluían un incremento del 3%, pero no entraron en vigor hasta el 15 de enero.

La tarifa de autobús y metro subirán el 10 de febrero.
Un transport públic que té encara molt per millorar
El transporte público en Cataluña es un elemento clave para la movilidad de millones de ciudadanos, especialmente en el área metropolitana de Barcelona. Sin embargo, enfrenta retos significativos que requieren atención urgente para garantizar un servicio eficiente y sostenible.
Cataluña cuenta con una red de transporte público bien desarrollada, que incluye trenes de cercanías (Rodalies), metro, tranvías y autobuses urbanos e interurbanos.
Rodalies de Catalunya, gestionado por Renfe, pero con competencias transferidas a la Generalitat, es una de las infraestructuras más críticas, ya que conecta Barcelona con el resto del territorio. A pesar de su importancia, ha sido objeto de quejas por su falta de puntualidad y mantenimiento deficiente.
columna vertebral metropolitana
El metro y el tranvía en Barcelona presentan una mejor eficiencia, pero su cobertura geográfica sigue siendo limitada en comparación con las necesidades de expansión de la población.
Además, el crecimiento de la movilidad compartida y la apuesta por modos de transporte más sostenibles están generando una transformación en la planificación urbana.
La falta de inversión en mantenimiento y ampliación de infraestructuras ha generado un deterioro del servicio, especialmente en Rodalies.
A pesar de la existencia de un sistema tarifario integrado (ATM), la conexión entre diferentes medios de transporte aún presenta deficiencias en algunas áreas.
La transición hacia un transporte público más sostenible es un reto clave, con la necesidad de electrificar más líneas ferroviarias y aumentar la flota de autobuses eléctricos e híbridos.
El aumento de la población y el turismo en Barcelona generan una presión adicional sobre el transporte público, que debe adaptarse para evitar colapsos en horas punta.
¿por dónde pasa el futuro?
El futuro del transporte público en Cataluña pasa por una mayor inversión en infraestructuras ferroviarias, la modernización de Rodalies y la mejora en la intermodalidad.
Iniciativas como la ampliación de la red de metro y tranvía, la digitalización del servicio y la adopción de energías limpias son fundamentales para garantizar un transporte público eficiente y sostenible.
La apuesta por la movilidad sostenible y la reducción del uso del vehículo privado serán claves en los próximos años para mejorar la calidad de vida en las ciudades catalanas y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones.