La huella humana llega al campo. Las zonas naturales empiezan a estar tan contaminadas como la de las ciudades

Es lo que concluye un estudio internacional en el que ha participado la Universidad Autónoma de Madrid

Álvaro Coutelenq

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"La tradicional contaminación en zonas urbanas, se dispersa. Lo que inicialmente, podríamos pensar, que las zonas no afectadas por la actividad humana tan intensamente, estarían menos contaminadas, no es así. Los niveles de contaminantes se parecen bastante. Esto sugiere que la "huella humana" ha llegado a impactar prácticamente a todo el planeta".

Es lo que explica a COPE Eduardo Moreno, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid. Uno de los que ha participado en ese estudio internacional liderado por Manuel Delgado, del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del IRNAS-CSIC. Ese estudio muestra que las zonas naturales, las que rodean las zonas urbanas y a las que acudimos a pasear o a disfruta de nuestro tiempo libre, están empezando a mostrar signos de contaminación parecidos a los de los núcleos urbanos.

Se han comparado entornos vírgenes, naturales, con zonas urbanas equivalentes o parecidas. Asegura Moreno que "les sorprendió ver que la contaminación se iba dispersando", es decir, que el nivel de contaminación de las zonas naturales comienza a acercarse peligrosamente al de las ciudades. En el caso de Madrid las zonas analizadas han sido el Jardín Botánico y la zona de La Herrería.

METALES PESADOS, MICRO-PLÁSTICOS Y PESTICIDAS

Este estudio se ha basado en el análisis de muchos grupos de contaminantes en diferentes ciudades a lo largo de todo el mundo. Uno de esos grupos contaminantes ha sido el de los METALES PESADOS, un tipo de contaminación asociado a la actividad humana, pero que también puede tener un origen natural, sin impacto del hombre. Estamos hablando, por ejemplo, del plomo que, con los años de tráfico rodado se ha ido acumulando en las grandes ciudades; del mercurio, del arnésico o del cinc.

El otro grupo de contaminantes analizado tiene un origen completamente humano: los plaguicidas y pesticidas, y los microplásticos. Aqui se ha encontrado una distribución parecida de contaminación en zonas aledañas naturales y en entornos urbanos donde este tipo de contaminantes es más normal para la presencia de los hombres.

Los factores socioeconómicos han sido también esenciales para explicar la presencia de contaminantes del suelo de todo el mundo. Las regiones con mayor PIB (Producto Interior Bruto) han mostrado un mayor nivel de materiales pesados. Las ciudades más pobladas del mundo, un mayor nivel de micro-plásticos y pesticidas. Contaminantes que, según reconoce Moreno, se han llegado a detectar hasta en la Antártida.

"No podemos descartar", explica Moreno, "que haya también dispersión de contaminantes a esas zonas naturales debido a la actividad humana. Lo de coger la mochila y andar o pasar tiempo en esas zonas vírgenes también ha tenido impacto en esos entornos más naturales".

MÁS FINANCIACIÓN

Moreno cree que harían falta más estudios locales para establecer con más detalles este impacto de la contaminación en zonas naturales. El problema, afirma el investigador de la UAM, es que hace un gran esfuerzo de coordinación, de adquisición de muestras y de otros recursos. Es decir, hace falta más financación, las que tienen otros países de nuestro entorno.