Los comerciantes de Alcobendas tiran de ingenio para impulsar las ventas

No corren buenos tiempos para el comercio de proximidad en Madrid. Por eso, muchas tiendas pequeñas están tirando de ingenio para atraer a los clientes. El auge del comercio online, de los grandes almacenes y, sobre todo, la subida de precios que vivimos en todos los productos, hacen que la gente se lo piense dos veces antes de comprar, por ejemplo, un abrigo nuevo o un libro.

José Antonio tiene una tienda de ropa en Alcobendas, y nos confiesa a Cope que a él, además, le ha venido fatal el buen tiempo que ha hecho hasta la semana pasada. Julio, por su parte, tiene una librería y nos confirma que la vuelta al cole de este curso no ha sido como la de otros años. “Por un lado, si renuevan los libros de texto, a la gente no le queda más remedio que comprarlos, pero cuando se vende un poco más de libros, se deja de vender de papelería. Hay siempre un equilibrio, la gente llega hasta donde llega, no puede hacer milagros", reconoce.

Lo cierto es que llegar a fin de mes se está convirtiendo en toda una odisea para muchas familias. Según los últimos datos del Instituto de Política Social, dos de cada cinco familias españolas no pueden afrontar sus gastos mensuales. Julio nos confirma que las familias este año, en vez de comprar cajas de rotulares de 24 unidades, han optado por las de 12 y que en vez de comprar el estuche de marca, se han conformado con uno más económico.

Y aunque los números no les vayan muy bien a estos comerciantes, ideas tienen muchas y muy buenas. Este verano han lanzado hasta su propio Monopoly con las calles de Alcobendas para sortearlo entre los clientes. También tienen pensadas ya varias iniciativas de cara a la Navidad y, como hemos contado antes, este mes de octubre han sorteado cinco cestas de productos de primera necesidad.

José Antonio nos explica cómo les están beneficiando este tipo de iniciativas. “Es positivo para todo el mundo, para el comercio porque te das más a conocer y siempre estás posicionado y para el cliente que, al final, siente que tiene ese premio o esa recompensa por ser fiel y llevar muchos años comprando”.

Y es que, como nos cuenta, José Antonio, no sólo gana el comerciante que ve como crecen sus ventas, también los clientes que participan en este sorteo que se llevan a casa productos básicos de la cesta de la compra, algo que viene realmente bien. “En los tiempos en que vivimos, en que en el tema de la economía muchas familias van un poquito apuradas, este tipo de premios todo el mundo lo valora un montón”, reconoce José Antonio.

Tanto él como Julio nos dicen, además, que disfrutan mucho viendo la alegría de la gente cuando se enteran que han sido los ganadores. Repartir suerte siempre es bonito y si es a alguien que conoces, porque es cliente habitual, mucho más.