El Tribunal Supremo, como nunca lo has visto

Estos días todos los madrileños que quieran, pueden conocer sus secretos ya que celebra tres jornadas de puertas abiertas.

Gloria López Navas

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Es uno de los edificios más bonitos de Madrid pero también de los más desconocidos. Ha sido convento de las Salesas Reales, colegio de las señoritas madrileñas de finales del siglo XVIII y desde 1875 es la sede de una de las instituciones más importantes de nuestro país, el Tribunal Supremo.

Es un edificio imponente que empezó a construirse en el siglo XVIII pero que quedó totalmente arrasado en 1915 por culpa de un incendio. Como, cuando ocurrió la tragedia, ya era sede de la más alta institución judicial que existe en nuestro país, se reconstruyó con una estética más acorde a esta función, es decir, con una fachada exterior muy severa para transmitir la idea de que la justicia tiene que ser así, severa, pero con un interior que es una auténtica explosión de decoración.

Nada más entrar nos encontramos con un vestíbulo monumental, con unas bóvedas verdaderamente impresionantes y una escalera no menos espectacular que da paso al famoso Salón de Pasos Perdidos. Un lugar que normalmente es transitado sólo por magistrados pero que esta mañana estaba repleto de colegios y visitantes.

Elena ha sido una de las primeras en llegar esta mañana. Es la primera vez que se decide a verlo y nos cuenta a Cope que lo hace porque "me parece que arquitectónicamente es un edificio interesante de ver y luego también desde el punto de vista legislativo”.

Gracias a estas visitas, a parte de las charlas de los guías, existe la posibilidad de hablar con algún magistrado o magistrada e, incluso, de vivir en primera persona cómo es un juicio, aunque en este caso, lógicamente, se trata de juicios ficticios.

También es una oportunidad única para aprender realidades jurídicas que no todos conocemos, por ejemplo, que los testigos nunca pueden estar presentes en la sala para que su declaración no se contamine.

Todo el que quiera animarse, puede acercarse hoy hasta las seis de la tarde o mañana, de 9 a 14. Para realizar estas visitas no hace falta inscribirse en ningún sitio, sólo acercarse y esperar la cola pertinente.