FUE PROPIEDAD DE LOS DUQUES DE OSUNA
El Capricho, un lugar excepcional de Madrid que cumple 50 años como parque municipal
Data del siglo XVIII y está catalogado como Jardín Histórico, Jardín Artístico y Bien de Interés Cultural. Cuenta con un palacio y varias construcciones efímeras "los caprichos" que representan distintas temáticas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es una de las joyas que guarda Madrid. El único jardín romántico que se mantiene desde el siglo XVIII creado por la duquesa de Osuna, María Josefa Alonso Pimentel. Situado en el distrito de Barajas, la historia de El Capricho comenzó cuando los IX duques de Osuna adquirieron una finca en la Villa de La Alameda, que representa el mayor ejemplo de villa suburbana y de jardín paisajista del siglo XVIII en España. La duquesa de Osuna, rodeada de los mejores jardineros, arquitectos, escultores y escenógrafos de ese momento, desarrolló un programa cultural ilustrado que hizo de este espacio de Madrid uno de los puntos de reunión y encuentro más frecuentado por personalidades, intelectuales y artistas.
ESPACIO DE RECREO
Este Palacio no era la residencia habitual de los Duques de Osuna que realmente vivían en otro palacio situado en la calle de Leganitos. Lo utilizaban como segunda vivienda, utilizada en épocas de de verano, o para recibir a sus ilustres invitados, como Goya, Boccherini o Moratín. Según explica Antonio Morcillo subdirector de parques y jardines del Ayuntamiento de Madrid, el gusto personalísimo de la duquesa hizo de este parque un lugar especial, con distintos "caprichos", construcciones efímeras que representaban la vida en el campo, como la "Casa de la Vieja", la posibilidad de contemplar el trabajo y la organización de la abejas en el "Abejero", la importancia del estamento militar en "El Fortín"...Se trata de construcciones que no están pensadas ni para vivir sino para hacer un homenaje a los distintos valores de la vida...
RESTRICCIONES DE ACCESO
Se trata de un espacio protegido. El único parque romántico que se conserva en Madrid, por eso el aforo está limitado a 1.000 personas. No se puede jugar a la pelota y no se puede acceder en bicicleta. Tampoco se permite el acceso a los perros. Antonio Morcillo explica que esto es necesario para proteger la joya natural y arquitectónica de este parque, y que la gente comprende bien. Lo aceptan porque entienden la necesidad de proteger la flora, con especies protegidas, y las edificaciones.
DIFERENTES PROPIETARIOS
A la muerte de los Duques, el Capricho pasó a manos de su nieto, y de éste a su hermano. Ante la ruina de la familia, vendieron el Palacio a una familia extranjera que lo mantuvo hasta que estalló la guerra Civil. Entonces fue expropiado por el ejército Republicano. Fue entonces cuando se construyó el Búnker...un refugio construido para proteger a los soldados y que nunca se llegó a utilizar. Después de la guerra lo compró una inmobiliaria que pensó construir un hotel de lujo con instalaciones deportivas. La depresión económica tras la guerra impidió que finalmente se llevara a cabo, hasta que en 1.974 lo adquirió el Ayuntamiento de Madrid.
PATRIMONIO NATURAL
En lo que concierne a su patrimonio natural, destaca la importancia que tiene el agua en el jardín, a través de sus estanques, albercas, fuentes y cascadas. Cabe destacar el arroyo, que recorre la finca de norte a sur, y la ría, que inicia su trayectoria en el Casino de Baile, se ensancha en el lago y finaliza junto al fortín.
Su vegetación se caracteriza por los bosquetes de lilos y de árboles del amor. En sus praderas y paseos sobresalen notables ejemplares de robles, pinos, fresnos, cipreses, tejos y cedros, entre otros. También destaca el laberinto localizado junto al jardín bajo, realizado con laureles.
Esta riqueza vegetal permite albergar una fauna variada con aves como el mirlo, la paloma torcaz, el petirrojo o el ruiseñor. En los elementos de agua se localiza al cisne negro y a parejas de ánade azulón. Entre los mamíferos presentes en El Capricho, se encuentran la ardilla roja, la musaraña, el ratón de campo o el ratón común, que pueblan las arboledas y las zonas de matorrales.