Error, distracción o falta de costumbre: lo que hay detrás de las maniobras con coches automáticos

Conducir un coche automático puede parecer más sencillo que hacerlo en uno con cambio manual, pero hay que tener claros algunos conceptos básicos. En lo que se refiere a la utilización de los pies hay que acostumbrarse a que el izquierdo no se usa en la conducción porque este tipo de vehículos carece de embrague; no hay que hacer el juego embrague-acelerador cada vez que se cambia de marcha. Es uno de los aspectos que destaca a COPE Madrid Javier Lara, de Autoescuela Lara: “el pie izquierdo tiene que desaparecer, hay que ponerlo al lado, todo el movimiento se hace con el pie derecho” aunque reconoce que, en muchos casos, “de forma impulsiva hay gente que pisa los dos pedales a la vez”.

Esta semana un hombre de 68 años empotró su vehículo contra la fachada de la oficina de una empresa de reformas en la calle Añastro (Hortaleza) tras realizar una maniobra. Derribó la puerta y parte del muro dejando atrapadas en el local a dos de las cuatro personas que estaban trabajando en el interior. En ocasiones, maniobras de este tipo pueden deberse a un error o distracción y no tienen por qué estar vinculadas a la edad del conductor. “Es cierto -dice Javier Lara- que hay personas de cierta edad que prefieren un coche automático por comodidad”, pero esto no es determinante para que ocurran este tipo de accidentes.

Lo más importante es tener la información adecuada sobre el uso de vehículos automáticos y saber qué significan las letras que hay a los lados de la palanca de cambios: P es parking (posición para el estacionamiento), R es retroceso (marcha atrás), N implica neutralidad (punto muerto) y al circular habrá que colocar la palanca en D (drive).

Hay autoescuelas en las que los usuarios tienen la opción de aprender a conducir en coches automáticos y examinarse después en uno de ellos. Para quienes no cojan un vehículo de estas características de forma habitual se recomienda dar un par de clases para acostumbrarse y evitar sustos a posteriori.