Nivel 2 de riesgo alto por ola de frío en Madrid: las temperaturas podrían alcanzar los -7 grados

Hasta hoy, salir a la calle llevando únicamente un abrigo no suponía un problema. Sin embargo, esta mañana ha sido necesario sacar del armario los guantes, la bufanda y el gorro para poder protegernos del frío. Esta noche el termómetro se ha desplomado y hemos experimentado la madrugada más gélida en lo que llevamos de invierno. 

La temperatura mínima registrada esta madrugada ha sido de -1,8 grados, y se espera que se repita también este martes. En algunos puntos de la comunidad se han podido ver las lunas de los coches congeladas e, incluso, en pleno centro en el parque del Retiro, la fuente de la entrada que da a la puerta de Alcalá continuaba con el agua helada a las once de la mañana.

A pesar de la sensación térmica de mucho frío, el sol se ha dejado ver hoy por la capital y la gente ha aprovechado para salir a la calle a dar un paseo o, incluso, hay quienes se sentaban a pasar el rato en un banco. Angelines, que ha ido a pasear con su marido por el parque del Retiro, afirmaba estar muy a gusto con su abrigo y los rayos de sol: “Esta mañana cuando he salido, mucho frío pero ahora estamos divinos de la muerte. Me dan ganas de seguir aquí toda la mañana paseando”.

En los próximos días las temperaturas van a seguir en descenso, de hecho, se espera que mañana miércoles se alcancen mínimas de 4 grados bajo cero en algunos puntos como el área metropolitana, el Henares, el sur y Las Vegas. Por eso mañana se activa el aviso amarillo de la AEMET y se mantiene activado el nivel 2 de riesgo alto ante ola de frío.

cONSEJOS PARA COMBATIR EL FRÍO

En casa

• Procurar un buen aislamiento térmico de la vivienda evitando corrientes de aire y pérdidas de calor. Una temperatura de 20-22º C debe ser suficiente.
• En ausencia de un adecuado sistema de calefacción evitar el sedentarismo y la quietud durante mucho tiempo. La actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío.
• Conviene tener en cuenta que varias capas de ropa fina protegen más que una sola gruesa, al formar cámaras de aire aislante entre ellas.
• Es necesario tener precaución con las estufas de leña y de gas para evitar riesgos de incendio o intoxicación por monóxido de carbono.
• Evitar el consumo excesivo de alcohol. Aunque inicialmente produce una sensación de calor, al final se consigue el efecto contrario pudiendo llegar a producir hipotermia.

En el exterior

• Mantenerse siempre bien informado sobre las previsiones meteorológicas antes de salir de casa.
• Utilizar preferiblemente una prenda de abrigo que sea resistente al viento y la humedad; por debajo de ella, varias capas de ropa no apretada.
• Hay que prestar especial atención a la protección de la cabeza, el cuello, los pies y las manos, por ser las zonas más sensibles y de mayor pérdida de calor.
• Procurar permanecer seco, ya que la ropa mojada enfría el cuerpo rápidamente.
• Evitar el agotamiento físico: el frío supone ya de por sí una sobrecarga para el corazón. En caso de tener que realizar un trabajo físico bajo el frío, debe hacerse con precaución, suavemente, procurando no agotarse, especialmente si se sufre alguna dolencia de tipo cardiorrespiratorio o hipertensión.
• La tiritona es una señal inequívoca de que perdemos calor. En este caso evite permanecer a la intemperie y recójase en un lugar cálido.
• Respirar por la nariz y no por la boca, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones.
• Al salir a la calle, si se han producido heladas, las personas mayores deben extremar la precaución para evitar caídas que pueden producir fractura de cadera o de otros huesos. Para saber más se pueden consultar los consejos para la prevención de accidentes y caídas en invierno.

Asistencia sanitaria

• Procurar estar pendiente de las personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad ante el frío. En caso necesario contactar con el 112 o los servicios sociales de su Ayuntamiento o Centro de Salud.
• Se recomienda la vacunación contra la gripe en personas mayores de 60 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos). También puede ser necesaria la vacunación contra el neumococo, un microbio responsable de muchas neumonías.